El hostelero ovetense Sergio Guerrero, uno de los fundadores de la franquicia de bares de bajo coste Copas Rotas, volvió el lunes a sus orígenes en el programa de La Sexta "El jefe infiltrado". Se hizo pasar por el participante de un falso concurso de televisión para introducirse en el local de su franquicia situado en la plaza del Ayuntamiento con el fin de poner a prueba a su encargado, Álex, quien lo acabó echando.

"No hace ni 24 horas que se emitió, tampoco es que podamos calcula la repercusión, pero es un programa que ven casi dos millones de personas y el impacto publicitario es incuestionable", apunta el empresario. "Desde ayer (por anteayer) por la noche notamos un ritmo más alto de petición de información para montar franquicias, hasta una persona para abrir en Suiza", puntualiza.

El programa se grabó en agosto de 2014 y Álex lleva cerca de tres años trabajando en la empresa. "Yo lo conocía perfectamente. Lo que sale en televisión está recortado, editado. No hay guión, lo que pasa que el equipo del programa lleva las situaciones a donde ellos quieren", aclara Guerrero. "En Oviedo me dijeron que lo provocase, pero no cómo. El caso de Alejandro está planteando como una moraleja para el jefe. Es una persona que tenemos en gran estima, un cacho pan que defiende la marca muchísimo. Se lo tragó y a mí me sorprendió porque el franquiciado de Gijón me sorprendió enseguida", relata el hostelero. Asegura que se lleva sobre todo la publicidad, porque, salvo en Santiago de Compostela, no se llevó sorpresas aunque procura estar al tanto de lo que sucede en los locales de su franquicia.