"Las empresas de encuestas hacen su trabajo como buenamente pueden, porque a la gente que le preguntan contesta blanco y después vota negro". Ésa es la explicación para el mentalista ovetense Anthony Blake de los fallos, a veces gruesos, en las predicciones demoscópicas de las citas electorales. Una predicción que asegura que él sí ha hecho con precisión con su método de concentración y que hará pública el lunes 27, al día siguiente de la celebración de los comicios.

El mentalista mostró ayer en rueda de prensa cómo introducía una serie de papeles en una urna cerrada y lacrada con su sello personal. Blake señala que en ellos figuran el número exacto de escaños en el Congreso que obtendrán el PP, el PSOE, Ciudadanos, Unidos Podemos, Esquerra Republicana de Cataluña y el PNV. La urna quedó custodiada por un forzudo, Julio García, campeón del mundo de levantamiento de pesas en banca. No logró que un notario certificase la introducción de la predicción en la urna, dado que para dar fe exigía conocer el contenido, a lo que el mentalista se opuso ya que "en las casas de apuestas británicas se apuesta con el resultado de las elecciones en España".

Blake espera lograr con este número adivinatorio animar a que el público acuda a ver su actuación "Más allá de la imaginación", que tendrá lugar el mismo día de las elecciones, a las nueve de la noche, en el Palacio de Congresos del Recinto Ferial Luis Adaro de Gijón, un espectáculo incluido dentro del Festival Metrópoli. No desvelará entonces su predicción, aunque las urnas ya estarán cerradas a esa hora, al considerar preferible hacerlo al día siguiente para conseguir una mayor atención mediática.

Anthony Blake ya logró atraer la atención de los medios y de un gran número de espectadores cuando en 2002 en una televisión privada adivinó el gordo de la lotería de Navidad, abriendo también una urna en la que lo había depositado previamente, explica el mentalista.

La coincidencia de su actuación en Gijón con la jornada electoral y que "estas elecciones son casi un poco de lotería" le llevó a plantearse su nuevo reto señalando que si no acierta "me voy de España". Asegura que la coincidencia que tendrá su resultado con el real de las elecciones se debe a que durante horas a lo largo de varios días estuvo proyectando "en una pantalla imaginaria" cifras, varias de las cuales se iban repitiendo sistemáticamente y cuando todas ellas sumaron el número de escaños en el Congreso supo que "la predicción era buena". Antes siguió todos los debates electorales, sin que eso le aclarara nada, añade.

Después de 32 años de profesión sobre los escenarios, ¿se plantea fichar por una empresa demoscópica? Su respuesta es que no. Lo que sí ha hecho ya es votar por correo, para poder actuar en Gijón la jornada electoral. Espera que su reto adivinatorio con la urna sea lo suficientemente provocativo como para llenar el aforo de 700 personas que tiene el salón del Palacio de Congresos de Gijón.