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AGUSTÍN DÍAZ YANES | Cineasta

"Todo Gijón es un plano cinematográfico"

"La tauromaquia tendrá el futuro que queramos los que vamos a los toros, pero le auguro un porvenir normal"

Agustín Díaz Yanes, en el centro, ayer, durante la penúltima corrida de toros de la Feria de Begoña en Gijón. JULIÁN RUS

De unos años para acá, el director de cine, guionista y novelista Agustín Díaz Yanes (Madrid, 1950) se ha convertido en un habitual de Gijón en la Semana Grande gracias a su afición a los toros, que heredó de su padre, el torero Agustín Díaz "Michelín", retirado en 1965. Es frecuente que en sus películas, de soslayo, aparezca la temática taurina, como en el caso de "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto". Una cinta ganadora de ocho premios "Goya", entre ellos mejor película y mejor director. También el de mejor actriz, que logró Victoria Abril por su papel como Gloria, la esposa de un torero en coma.

-¿Qué rincón de Gijón le quedaría bien en un plano?

-Toda la ciudad. Gijón es una ciudad muy cinematográfica y muy buena para rodar. Tiene mar, tiene historia, restos industriales fuera, los barrios? La conozco bastante bien y tiene muchas zonas. A Gijón cada vez viene más gente, gusta más y tiene más presencia. Se ha convertido en una ciudad muy importante en España. Además, a mí me encanta. Lo que más destaco es Gijón, que es una maravilla. Es una ciudad que conozco por muchas cosas porque ya he venido a la "Semana negra" con mi mujer y también a los toros.

-¿Y qué tiene la Feria de Begoña, que ya ha venido varios años?

-Empecé a venir y ya llevo tres o cuatro años. Vengo mucho a los toros porque soy muy amigo de la familia Zúñiga y me gusta verlos y venir aquí a su plaza. Además, el año pasado vine a presentar la Feria de Begoña.

-El vínculo entre toros y cine es intenso y como prueba hay una extensa filmografía taurina, ¿por qué?

-Los toros siempre han tenido una imagen visual muy fuerte, tanto en el cine como en la fotografía. Es un espectáculo extraordinario para rodarlo y tener archivos guardados de ello. El cine ha hecho extraordinarios documentales, alguna que otra película y la fotografía taurina es uno de los clásicos de la fotografía.

-¿Le gustaría filmar una película como "Tarde de toros"?

-Me gustaría, pero no me atrevo (gracias). Estoy tan metido en los toros que me da miedo. Por ahora no creo que la filme, pero sí me gustaría si encontrara algún tema. Lo veo muy difícil. Siempre digo que el toro es muy mal actor, no va donde tú quieres ni obedece al torero. La verdad es que me da mucho respeto.

-¿Siendo hijo de torero no le picó el gusanillo?

-Me picó, pero en seguida descubrí que no tenía las cualidades necesarias, que son muchas y muy complicadas. No obstante, sí he ido mucho al campo, porque me encanta, y le pegaba muchos muletazos a las becerras, pero ahora ya casi no voy porque estoy mayor. Pero no, no he intentado ser torero.

-¿Cuál ha sido su mejor tarde en una corrida de toros?

-Tengo muchas, no te puedo decir la mejor porque llevo yendo a los toros desde los 8 años. Siempre que voy a los toros tengo buenos recuerdos porque siempre ves algo. Aunque sea una corrida que no funcione, siempre hay algún detalle. Y si luego ya hay una suerte y es una corrida en la que están bien los toreros, se convierte en un espectáculo inconmensurable, no hay nada igual.

-Por ponerlo más fácil, ¿qué le pareció el triunfo de El Juli y de Perera?

-Los tres estuvieron muy bien. Me gustó mucho Cayetano, que es mi amigo, tuvo muy mala suerte con la espada, que si no le corta dos orejas y sale también a hombros con El Juli y Perera. Fue una tarde agradable. Además, como siempre en Gijón, hizo muy buen tiempo, el público es muy bueno y eso permitió que lo pasásemos todos muy bien.

-¿Qué futuro le augura a la tauromaquia?

-No tengo ni idea. Llevo cincuenta y pico años yendo a los toros y desde el principio siempre parecía que iba todo a peor y a peor y luego se ha mantenido muy bien. La tauromaquia tendrá el futuro que queramos los que vamos a los toros, pero le auguro un futuro normal.

-¿Y al cine español?

-Lo mismo (risas). En España se hace muy buen cine, con buenísimos directores y actores, que está muy valorado fuera de España y también aquí en el país. No le veo mal futuro.

-Volviendo a los toros, no hacen más que quitarlos en muchas provincias.

-Igual me equivoco, pero eso es una moda pasajera que se revertirá. Ahora estamos en la explosión de los antitaurinos, pero revertirá como están revertiendo otros temas. A lo mejor hay provincias que no son taurinas y no dan toros porque no va la gente, pero luego hay una cantidad de sitios con muchísima afición, por ejemplo en Gijón. Aquí hay una afición fuerte, sólida y muy buena. No es bueno que los quiten en los sitios, pero creo que las cosas cambiarán.

-¿Nadie hablará de ellos cuando hayan muerto?

-Si se acaban, que creo y ojalá no, se seguirá hablando de toros porque está muy arraigado en una parte de la sociedad. A lo mejor dentro de cien años, pero no lo sé, no creo que ocurra. Lo veo difícil.

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