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Mireia Belmonte y Javi Hernanz: el amor olímpico que se "horneó" a orillas del Sella

Los campeones cortejan relajados por Arriondas cuando pueden y disfrutan entre dulces en el obrador de los padres de él

Los deportistas, días atrás, en Río de Janeiro, posando juntos por primera vez tras el éxito de la nadadora, en una foto exclusiva que publicó LA NUEVA ESPAÑA

El flechazo parece ser que fue en la UCAM (Universidad Católica San Antonio de Murcia), pero el amor se ha "horneado" a fuego lento a orillas del Sella. En las escasas ocasiones que tienen para cortejar, Mireia Belmonte y Javier Hernanz aprovechan para disfrutar juntos en sus lugares de origen.

Pasean, toman algo con los amigos, disfrutan de la familia... En una de sus contadas escapadas a Asturias incluso se animaron a adornar un suculento rosco de Pascua, mano a mano, en la confitería que los padres del primero, María y Juan Luis, regentan en la villa parraguesa de Arriondas, de la que es oriundo el piragüista que ha conquistado a la nadadora más laureada de la historia de España.

Estos días disfrutan de su amor a miles de kilómetros de sus hogares, en las Olimpiadas de Río, donde Belmonte ha logrado dos medallas, lo que le ha dado una alegría más que suficiente a la que tendrá que echar mano para consolar a su chico, que ayer se quedó sin metal (5.ª posición) en la final de K-4.

El noviazgo de ambos campeones ha ocupado alguna página que otra en las revistas del corazón, algo que a ninguno -sobre todo a él- nos les gusta. En su círculo cercano, en Arriondas y también en Gijón -el palista milita en las filas del Real Grupo de Cultura Covadonga- está más que asumida y normalizada una relación de la que nadie suelta prenda, pero de la que todos se sienten muy orgullosos.

Ambos se conocieron en Murcia hace un par de años. Allí, en la citada UCAM, Mireia Belmonte compagina sus estudios en el Grado de Publicidad y Relaciones Públicas con la natación en el club Club Fuensanta-UCAM. El palista parragués hace lo mismo en ese mismo centro murciano, estudiando el Grado en Derecho y formando parte de la selección nacional española de piragüismo. Lo que el deporte unió, que nadie lo separe.

Ambos son guapos y atractivos, con sonrisas encantadoras, y muy laureados en sus respectivas disciplinas deportivas. Ella (natural de Badalona) y él se descantaron en su día por deportes de agua, pese a que en un primer momento al asturiano se le daba francamente bien el balompié, llegando a destacar en la otrora Escuela de Fútbol de Mareo en Arriondas. Sea como fuere, los caminos de estos exitosos deportistas de élite se cruzaron hasta formalizar una relación sentimental que marcha viento en popa.

Mireia ya conoce el círculo íntimo de amistades de Javier. En la citada confitería Campoamor de los Hernanz disfrutan entre ricos dulces, y por las calles de la villa se han perdido juntos en más de una ocasión. Todo dentro de la más absoluta normalidad y sin que nadie les moleste.

En Río, Mireia -tras finalizar su grandísima Olimpiada con una medalla de oro y otra de bronce- aguardó unas fechas más para animar ayer desde las gradas a su novio en su lucha por el sueño de una medalla olímpica.

Junto a la badalonesa, arropando a Javi, estaban igualmente en tierras brasileñas los padres del piragüista -María Agüeria y Juan Luis Hernanz-, así como otros familiares, desplazados expresamente para la ocasión desde Arriondas.

Todos ellos fueron el mejor consuelo para el palista, que no ocultó su enfado y decepción por quedarse en el 5.º puesto que le supo a poco.

El verano pasado ambos participaron en el curso "El éxito del deporte español y la generación de recursos: la gestión inteligente", que organizó el Consejo Superior de Deportes y la Universidad Internacional Menéndez, en Santander, junto a gente de la talla del exfutbolista profesional Santi Cañizares, Nico García Hemme, subcampeón olímpico de taekwondo, o Carolina Marín, campeona de Europa, del Mundo y recientemente olímpica en bádminton, entre otras figuras.

"A mí me sobra tiempo para estar con mi pareja, ver a mi familia y a mis amigos. Lo único que hay que hacer es elegir la fecha y el horario que mejor acompañe tu rutina diaria para poder descansar. Pero si otros lo pueden hacer en sus deportes, ¿por qué no los piragüistas? Aparte de que soy un apasionado del piragüismo y quiero que todo el mundo vea lo maravilloso que es este deporte", decía meses atrás el palista parragués, quien también es imagen de Loewe Sport hasta 2017 y, del mismo modo, de Loewe Pour Home.

Y que no falte: sufrido pero entusiasta seguidor del Real Sporting de Gijón.

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