La Agencia Aeroespacial Estadounidense (NASA) tenía todo listo para lanzar esta madrugada la sonda espacial "Osiris REx", que irá al encuentro del asteroide Bennu con la finalidad de entender la infancia del Sistema Solar.

La sonda, bautizada como "Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos, Seguridad y Explorador de Regolitos" ("Osiris-REx", por sus siglas en inglés) pretende llegar al asteroide, recoger muestras de su superficie con su brazo robótico y retornar con ellas a la Tierra para su análisis.

El investigador principal de la misión, Dante Lauretta, aseguró que la obtención de muestras para su análisis minucioso y en profundidad en la Tierra es la clave fundamental de esta misión. Bennu, de unos 500 metros de ancho y que viaja a unos 100.000 kilómetros por hora, ha sido elegido por la NASA como el objeto de esta misión por tratarse de un asteroide primitivo cuya superficie está cubierta con materiales similares a los que predominaban al inicio de la formación del Sistema Solar.

La sonda "Osiris-REx" se espera que llegue al asteroide en 2018, para cartografiar en detalle el asteroide, calcular su composición y medir su movimiento, antes de recoger las muestras (al menos 60 gramos) y regresar en 2023.