Fascinado. Así se quedó el fotógrafo italoamericano Mario Sorrenti con las brañas del parque natural de Somiedo tras el rodaje de la campaña promocional que realizó para Mango, el pasado mes de septiembre. Unos parajes que le asombraron y que retrató con su cámara pese a quedar excluidos del programa de grabación por la imposibilidad de acceso para el equipo. Sorrenti se quedó prendado de Braña Vieja y Braña Sousas, así como del valle de Saliencia, cuyas imágenes publicó.

Quienes le acompañaron a reconocer las localizaciones dicen que estaba "flipando" con el paisaje. Y más aún cuando fotografió a un grupo de caballos que pastaban libres en Saliencia, algo que le sorprendió sobremanera. Los animales, sus protagonistas, son hoy vistos por miles de personas que siguen a Sorrenti en las redes sociales, a quienes les ha llevado un trocito de Somiedo.

El paso por el parque natural del popular fotógrafo de moda fue de lo más discreto y profesional. Estuvo tres noches y dos días y nada más llegar al hotel donde se hospedó entregó un queso y un salchichón al dueño para que lo preparase para recibir al resto del equipo de fotografía esa misma noche. "Fue un detalle muy bueno, que dice mucho de cómo es, me pareció una personal normal, sin aires de nada y muy trabajador", recuerda Manuel Galán, del hotel Álvaro Flórez Estrada.

Sorrenti trabajó a destajo los dos días que estuvo en Somiedo y se dejó ver muy poco por no decir nada. Se levantaba a las seis de la mañana y se iba a las localizaciones, Lago del Valle y La Peral, donde permanecía hasta la última hora de la tarde trabajando con las dos modelos internacionales Natalie Westling y Edie Campbell y un equipo de profesionales que rondó las 80 personas.

De regreso al hotel, directo a la habitación en busca de descanso. Ni un culín de sidra ni pote de berzas, Sorrenti llegó, trabajó y se marchó. Eso sí, se fue con los parajes que captó con su cámara aún vivos en la retina. Sorrenti no pudo evitar enamorarse de Somiedo.

Un rodaje en foto y vídeo que fue posible en Somiedo por la mediación de la productora asturiana La Cabina. Fueron los encargados de buscar las localizaciones y encargarse de la logística. Y fueron ellos quienes mostraron a Mango la belleza de los parajes somedanos, ya que la textil catalana buscaba ambientar su catálogo en las tierras altas y la niebla del Norte. En principio, la firma textil propuso Picos de Europa. Pero tras estudiar el catálogo con las necesidades del cliente, los tres socios de la productora lo tuvieron claro: el escenario ideal era Somiedo. Además, el parque natural ofrecía mejores condiciones para el desplazamiento del equipo.

Somiedo se ve ahora tanto en una marquesina de autobuses de Nueva York hasta en las pantallas del centro de Tokio.