Eddy Merckx, el mejor ciclista de toda la historia con 525 triunfos en su palmarés (en el que destacan cinco Tours, cinco Giros, una Vuelta y tres Mundiales), pasó una maratoniana jornada de 24 horas en Gijón -llegó a las 13 horas y se marchó al día siguiente a la misma hora camino de Bruselas- para recibir la insignia de oro de la Asociación de Exciclistas de Asturias. El belga recordó sus tiempos de ciclista con los gregarios asturianos de Luis Ocaña y José Manuel Fuente, El Tarangu: Luis Balagué y Antonio Menéndez, respectivamente, y discutió amigablemente sobre las grandes batallas en el Tour y en el Giro de Italia.

Sobre el Tour de 1971, cuando parecía que iba a ganarlo Ocaña, tras la exhibición en Orcieres Merlette, donde el conquense le sacó 8.42 minutos y fue líder, Merckx explicó que "aquella etapa de gran montaña era corta, hacía un calor insoportable de 38 grados y nadie me ayudó en la persecución". Ahí el seleccionador belga indirectamente reconocía que a Ocaña la montaña con mucho calor no le perjudicaba tanto como a Eddy.

Balagué le recordó que Ocaña era "un ciclista muy grande y que estaba en gran forma y que iba a ganar aquel Tour". "Ya sabes, Eddy, que Luis aún no estando bien atacaba y atacaba", dijo sin mencionarle la enemistad que tenían los dos campeones. Merckx le replicó que al día siguiente, camino de Marsella, su equipo, el Molteni, montó un "abanico" triunfal de salida durante 251 kilómetros: "Llegamos a la meta con hora y media de adelanto y le tomamos 2.11 minutos al grupo de Ocaña". Balagué agregó que "por detrás íbamos tirando a tope y eso nos salvó. Quedaba montaña para tomar tiempo".

El belga aclaró que "Bruyere tuvo un pinchazo y dos compañeros nos fallaron porque hubiéramos sacado 15 minutos. Ese día sólo 38 corredores llegaron en tiempo, el resto quedaron fuera de control, entre ellos siete españoles, incluido Fuente, que luego ganó dos etapas y lo repescaron". También Merckx explicó cómo el día del abandono de Ocaña al caerse bajando el Col de Menté, "llovía mucho y había que aprovecharlo porque no descendía bien. Sin esa caída aun iba a ser difícil que ganara el Tour porque yo iba a dar batalla a diario".

También sobre el Giro y los duelos con Fuente, El Caníbal reconocía que "fueron muy bonitos y espectaculares porque El Tarangu atacaba cuando no lo esperabas. Fue el que más me hizo sufrir. Luego fuimos buenos amigos".

Antonio Menéndez, gregario de Fuente, le agradeció la presencia en Asturias y también le elogió la fuerza para "aguantar los ataques de Fuente. También sufrimos tus ataques". Javier Mínguez, seleccionador de España, que desde la época que se retiró Fuente se hizo muy amigo de Merckx por asistir a reuniones y fiestas con los dos campeones, fue el gran embajador del belga. "Eddy entiende mucho de vinos y le hago regalos de Vega Sicilia y de Mauro", señaló. Y Menéndez entendió el mensaje poniendo para la comida un caldo Muga de reserva especial para tomar el jamón y el marisco, que le encantó a Eddy.

En contra de la fiesta actuó el hecho de que Merckx se hubiese levantado a las 5.30 horas en Bruselas y llegase a Gijón a las 14 horas. "Se hace muy duro llegar", dijo el ciclista, con malestar al bajar del avión. Al final no pudo acabar la comida y fue trasladado al hotel para recuperarse durante tres horas, por lo que hubo que retrasar la recepción de la alcaldesa, Carmen Moriyón, en el Ayuntamiento de Gijón.

Merckx también explicó que tuvo una operación en la columna y que la cadera le estaba "dando problemas y sobre todo muchos dolores". "Llevo un tratamiento", admitió. Eso no impidió que aguantara como el campeón que fue la firma de autógrafos, el posado de fotos en el Ayuntamiento y, luego, la XXV Cena-gala de la Asociación de Exciclistas de Asturias en el Marieva Palace ante 270 excorredores y el profesional Iván Cortina. Uno de los momentos emotivos se produjo cuando entregó unas fotos a las viudas e hijos de sus rivales y amigos Fuente y López Carril. El cuerpo de Merckx aguantó 21 horas en pie hasta que tras recibir la insignia de oro se marchó al hotel, después de firmar muchos autógrafos. Algún aficionado aún le esperaba en el Abba Playa de madrugada. No pudo contentar a todos con las fotos, pero dejó una huella imborrable en Asturias. Muchos exprofesionales de Galicia, Cantabria, País Vasco y Castilla quisieron estar en estas bodas de plata.

Merckx quedó impresionado de que Antonio Menéndez haga "cada día 100 kilómetros en bici a ritmo fuerte", e ironizó: "Sufriste poco de profesional. Yo realizo dos sesiones de 60 kilómetros con excompañeros, pero a ritmo tranquilo", concluyó.