John Glenn paseó por Cudillero, visitó el centro de Oviedo y se enamoró de Santa María del Naranco al venir a recoger el premio "Principe de Asturias" de Cooperación Internacional en 1999. El primer astronauta estadounidense en orbitar la Tierra en 1962, que falleció el pasado jueves a los 95 años en su ciudad natal, Ohio, estaba considerado un auténtico héroe en su país.

Glenn llegó a Asturias para recoger el premio con el deseo de conocer un pueblo pesquero.Y así fue. Cudillero resultó ser el elegido para que, el 21 de octubre de 1999, tanto Glenn como su esposa, Annie, hicieran un recorrido y se empapasen de la cultura asturiana. La expedición, que hicieron junto a su colega japonesa Chiaki Mukai y la madre de ésta, Mitsu Naito, estuvo entonces recibida con todos los honores por el concejal de Cultura, Daniel Martínez, y la concejala de Atención Ciudadana, María Isabel Riesgo.

Tras un paseo por las calles de la villa, el puerto pesquero y el faro, los visitantes pudieron degustar productos típicos asturianos en un conocido resturante del municipio. Glenn aprendió a escanciar sidra en la plaza de la Marina. Además, los cuatro también tuvieron la oportunidad de visitar los monumentos del Naranco y la Catedral de Oviedo bajo el habitual "orbayu" del mes de octubre, tan sólo acompañados de dos azafatas de la FundaciónPríncipe de Asturias y de una guía. Mientras que a Chiaki Mukai le encantó San Miguel de Lillo, Glenn reconoció que su monumento favorito era Santa María del Naranco. "Es un gran tesoro que debemos conservar", expresó entonces el cosmonauta americano.

El Jurado acordó entregarle este galardón, junto a Chiaki Mukai, Valery Polyakov y Pedro Duque, porque "tanto ellos como cuantas personas de diferentes nacionalidades aseguran la comunicación de las naves espaciales con la Tierra, están demostrando en la práctica que la cooperación internacional no es una utopía imposible, sino algo que la aventura espacial ha puesto de manifiesto y que servirá de valioso ejemplo en otros campos para futuras andaduras de la humanidad".

Glenn fue el único astronauta que ha vivido como protagonista dos etapas de la carrera espacial muy diferentes: aquella inicial, en plena guerra fría, en la que la competición por ser el primero entre los EE.UU y la URSS era el principal objetivo, y la nueva etapa de la Estación Espacial Internacional, en la que la colaboración entre las grandes agencias del espacio es la base de todo el proyecto.

El jueves, tanto el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su próximo sucesor, Donald Trump, lamentaron la muerte del astronauta, recordándolo como a un héroe nacional. Obama señaló además que con su muerte, Michelle (la primera dama) y ella habían perdido a un amigo. "En nombre de una nación agradecida, buena suerte, John Glenn", concluyó Obama.