La ceremonia de investidura de Donald Trump se quedará en la retina de los americanos como el día en el que Melania Trump, la flamante primera dama llegada de Eslovenia, quiso emular a su predecesora Jacqueline Bouvier Kennedy, con un vestido de Ralph Lauren con sobreabrigo de cuello envolvente, look monocolor y diamantes en las orejas.

Ivanka y Tiffany, las hijas del magnate, dos rubias de pelo largo y lacio, fanáticas de la moda y con experiencia como modelos, lucieron "outfits" en color vainilla para tratar de atenuar la imagen dura que ofrece el presidente, que tras llevar el pasado jueves corbata azul ayer volvió al rojo republicano.

Ivanka, hija de Ivana, primera mujer de Trump, escogió un Óscar de la Renta de chaqueta y pantalón, de escote irregular y botones ocultos. Tiffany, la niña que Trump tuvo con la exmodelo Marla Maples, lució un abrigo de diseño más clásico, cruzado, sin demasiada gracia. Las joyas de la firma de Ivanka, la hija favorita del presidente, se tomaron un descanso ayer, tal vez para evitar críticas. La diseñadora sólo llevó un pequeño prendedor con la bandera y Tiffany un collar de perlas plateadas.

Los hombres de la familia, Donald Jr., Eric, Barron y Jared Kushner, el marido de Ivanka y asesor principal del presidente, optaron por trajes y abrigos de corte clásico, con toda la pinta de estar hechos a medida, un lujo que ellos sí pueden permitirse.

Las nueras del presidente (por cierto, hacía años que un presidente no tenía nueras, yernos y nietos), optaron por "outfits" correctos y discretos. Vanessa Trump, de soltera Haydon, casada con Donald Trump Jr., se decantó por un llamativo color vino, para teñir su abrigo de corte "wrap", y pendientes de borlas, tal vez un poco excesivos para el momento, sandalias negras y cartera de mano metalizada. Su cuñada Lara Trump, nacida Yunaska, consorte de Eric Trump, optó por un abrigo gris con ribetes en las mangas y el cuello y doble botonadura oscura que completó con pañuelo en color negro al cuello a juego con la falda.