Donovan, icono del "flower power" y la psicodelia de los sesenta, se siente, a sus 70 años de edad, estrechamente conectado con su Escocia natal y sus raíces celtas y se define a sí mismo como "una reencarnación del bardo-chamán al servicio de la tribu", afirma el cantante, que actuará este sábado en la Laboral de Gijón.

"Soy un poeta de la tradición gaélica de Irlanda, Escocia y Gales", añade el músico, que lleva un año conmemorando el cincuenta aniversario de su gran clásico "Sunshine Superman", con una gira que esta semana llega a España.

Para Donovan, esta gira es "una retrospectiva, como las que hacen los pintores para ver su trabajo en perspectiva y descubrir los movimientos que el artista ha alentado".

En su caso son muchos los movimientos que ha alentado, ya que "Sunshine Superman" (1966) fue clave en la eclosión de la psicodelia y se convirtió en la quintaesencia del movimiento hippy.

Además, como él mismo dice, fue "pionero en la introducción de la mitología celta, el 'flower power', la meditación y la fusión con el jazz, la música india, la celta y la barroca".

"Este disco fue el primero y anunció muchas cosas que estaban por venir. Influí en mis amigos 'The Beatles' y 'Pink Floyd', entre muchos otros, y se editó antes que 'Sgt. Pepper' y de 'The summer of love' ", añade sin falsa modestia.

Esta "retrospectiva" en la que está embarcado ha permitido al escocés mirar atrás y reafirmarse en su convicción de que "el auténtico papel del poeta es reunirnos con las raíces".

El público español podrá reunirse con las raíces de Donovan y con las propias mañana, jueves, día 9, en el teatro Lara de Madrid, el 11 en el teatro de la Laboral de Gijón y el 12 en el Café del Teatro de l'Escorxador de Lérida.

Tres conciertos que son un "bonus track", ya que la gira de "Sunshine Superman" finalizó oficialmente el pasado mes de diciembre en Dinamarca, pero el músico decidió prolongarla cuando un promotor español se puso en contacto con él.

"Sunshine Superman" es un disco del que Donovan se siente especialmente orgulloso porque "son temas que se han convertido en atemporales y que son atractivos para cualquier generación".

Pero el reloj no se paró en los hermosos sesenta ni para Donovan ni para nadie y, aunque los ochenta fueron una travesía por el desierto para el músico, en los noventa volvió a grabar discos plagados de referencias al budismo y los valores espirituales.

"No siempre he grabado discos y no en todas las épocas de mi vida he actuado en directo, pero siempre he estado activo, creativamente hablando", aclara.

La espiritualidad que impregnan sus canciones desde hace décadas también se infiltra en las entrevistas que concede y, a menudo, sus respuestas van más allá de la pregunta.

"Cuidado con los pensamientos que se convierten en palabras, cuidado con las palabras que se convierten en acciones, cuidado con las acciones que se convierten en carácter, cuidado con el carácter, se convierte en tu destino", señala, en respuesta a una pregunta sobre el rumbo que está tomando la sociedad del siglo XXI.

En temas musicales, Donovan reivindica maestros ya fallecidos como Andrés Segovia, padre moderno de la guitarra clásica, pero en temas tecnológicos está plenamente adaptado a los nuevos tiempos y cuenta con una página web (donovan.ie) desde la que dirige su carrera. "Si quieres saber en qué estoy trabajando ahora, entra en mi página web, está muy actualizada", dice, y efectivamente, está muy actualizada y cada día añade nuevas fechas de conciertos porque, como él dice, "la motivación está en el público".