La pirotécnica Reyes Martí hizo ayer temblar el centro de Valencia con una bruta "mascletà" en la que quemó 210 kilos de material reglamentario en apenas 35 segundos. Una demostración de poderío con la que, según reconoció la pirotécnica, quería "romper la plaza", y que le sirvió para conquistar a los miles de personas que abarrotaron la plaza del Ayuntamiento de Valencia. La gran fiesta valenciana concluye en la jornada de hoy, con una última "mascletà", la "Cabalgata del foc" y la "cremà" progresiva de todas las fallas de la ciudad, más de 770 este año, que culminará pasada la medianoche.