Siempre hay uno de la pareja que barre para casa, y en el caso de Paula Echevarría y David Bustamante lo sentimos mucho por los cántabros, pero era la asturiana la que se imponía. "Era", en pasado, porque ambos se han separado (y veremos si se divorcian también). O igual es una mala racha y vuelven. Que todo puede pasar. Mientras se arreglan o no, los que salen ganando son los asturianos, porque ahora que tiene menos compromisos con Bustamante igual la actriz aumenta las visitas a su tierra, Candás, que no son pocas.

Gana Asturias no porque ella se prodigue mucho (es difícil pillarla en un renuncio y sus vecinos y amigos actúan como auténticos muros de contención para proteger su intimidad y la de su familia), sino porque la publicidad que hace de la villa marinera y de los locales (bares, comercios) en los que para, y de la región en general, es impagable para todos.

El de Echevarría y Bustamante es un hecho que ha sido un amor a la asturiana, y la pareja ha tirado más para Asturias que para Cantabria: San Vicente de la Barquera es la patria chica del cantante. A las pruebas hay que remitirse ya desde el principio: con una boda por todo lo alto, ni más ni menos que en la basílica de Covadonga, que no hace falta explicar a cualquier asturiano qué significa esto.

Y a partir de ahí, a sumar. Fiestas, puentes y escapadas esporádicas de los Bustamante-Echevarría siempre han tenido como parada Candás, donde la actriz se aloja en casa de sus padres, tan queridos y populares entre los candasinos como discretos, a la par que muy orgullosos de su hija (cuentan allegados) y que pierden el sentido con su nieta Daniella. Ésta no es la única, pues tienen más nietos por parte de otro hijo que si por algo destaca es también por su suma discreción y por saber vivir completamente al margen de la fama de su guapa hermana, aunque si uno bucea bien en las redes sociales de ambos se pueden encontrar señales de que los dos se adoran.

Durante el año, Paula Echevarría no falta a citas populares en Candás como las fiestas de San Félix y el Festival de la Sardina, en pleno verano. La Nochebuena es en casa de la familia de ella, en la villa marinera, y alguna vez ha acudido a pasar los Reyes y a disfrutar de la cabalgata con su hija, la misma que ella no se perdió cuando era niña.

Siempre hay un hueco para ir con Bustamante a San Vicente, pero contadas veces, antes es Candás. De ahí que digan que nuera y suegros no hacen buenas migas. No se verán fotos de los padres de Busta de viaje de ocio con la pareja, sí de los de Echevarría, que se los llevó a Nueva York, a Canarias... La familia tira, la tierra también y la asturiana manda en la pareja. O mandaba.