Comienza uno de los juicios del año en Estados Unidos, en el que la cantante Taylor Swift actúa como parte demandante contra un conocido presentador radiofónico al que acusa de haberse propasado con ella.

Taylor Swift se sentó el lunes junto a sus abogados en una Corte Federal en Denver para observar el comienzo de la selección del jurado en un juicio que la enfrenta a una celebridad de la radio de Colorado por acusaciones de que el Dj la manoseó hace cuatro años durante una sesión de fotos. Swift, de 27 años de edad y una de las cantantes de mayor éxito en todo el mundo, subiría al estrado durante el juicio para testificar sobre el incidente, que terminó en el despido de David Mueller, una de las grandes figuras de la emisora de Colorado KYGO-FM.

El litigio se centra en las acusaciones de Swift de que Mueller la manoseó por debajo de su falda cuando posaban para una sesión de fotos celebrada antes del concierto de la cantante el 2 de junio de 2013 en Denver. El presentador de radio alegó que nada de lo denunciado se había producido. Pero la cantante lo tiene más que claro. "No fue un accidente, fue completamente intencional, y nunca he estado más segura de algo en mi vida", aseguró Swift sobre los hechos ocurridos durante una declaración incluida dentro del proceso judicial.

Mueller, de 55 años, fue el primero en demandar a la estrella del pop, diciendo que Swift lo había acusado falsamente de manosearla y que presionó a la gerencia de la radio para que lo despidieran. La cantante respondió con una contrademanda.

Mueller niega que ocurriese algo indebido durante el breve encuentro, en el que, según declara, estaba acompañado de su novia. Para la fotografía se colocaron ambos a cada lado de la cantante, argumenta. Su demanda dice que la acusación de Swift es "absurda". En documentos judiciales, Swift dijo que sus representantes informaron a la gerencia de KYGO sobre el incidente, pero que no presionó para que Mueller fuera despedido. La radio investigó y dos días después del incidente echó al pinchadiscos por violar la cláusula de moralidad de su contrato.