Un drama sobre la intensa rivalidad de los tenistas Björn Borg y John McEnroe, "Borg/McEnroe", abrió la 42.ª edición del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), uno de los más importantes del mundo. Con el estadounidense Shia LaBeouf y los escandinavos Sverrir Gudnason y Stellan Skarsgård al frente del reparto, "Borg/McEnroe" desborda los márgenes genéricos para reflexionar sobre una competencia que iba más allá del deporte.

Así lo asegura su director, el danés Janus Metz: "Bjorn y John eran dos iconos legendarios y su famosa rivalidad en 1980 es algo que hizo que se parase el tiempo. Pero como cineasta, tenía que ser algo más que un 'biopic', más que una película sobre tenis. Tenía que tratar algo universal, que fuese más allá del deporte".

Estas pretensiones de Metz quedaron colmadas con el guión de Ronnie Sandahl. Un texto en el que, asegura el cineasta, encontró "una historia preciosa sobre profundas cuestiones existenciales, cómo dos personas de forma individual son capaces de motivarse para ir más allá y alcanzar algo extraordinario".

LaBeouf, al que muchos consideran el "enfant terrible" del cine estadounidense, parece una lógica elección para dar vida en el film a McEnroe, conocido en su época de tenista como rebelde, descarado y malsonante. No es, de hecho, la primera vez que le han propuesto a LaBeouf representar a McEnroe en la gran pantalla, pero el actor reveló que rechazó otro guión porque sólo trataba al tenista como "un payaso gritón".

El guión de Sandahl, en cambio, le atrajo desde el primer momento. "Leí el guión y realmente me movió", asegura.

Aunque el tenis no es la clave de la película, tanto Metz como LaBeouf y Gudnason, que da vida a Borg, afirman que el aparentar de forma creíble como tenistas profesionales fue básico para el film. Para ello, Gudnason y LaBeouf pasaron entre 8 y 10 meses de riguroso entrenamiento tenístico y físico, especialmente porque el actor estadounidense nunca había practicado antes el deporte de la raqueta.

"Jugamos mucho tenis. Yo tenía dos horas diarias de tenis y entrenamiento físico. Tienes que vivir esa vida como atleta para entenderlos", afirma Gudnason.

El TIFF, que se prolonga hasta el 17 de septiembre, está considerado como el festival preferido por los grandes estudios estadounidenses para lanzar las películas que quieren llevar a los Óscar. Este año, se proyectarán en el festival un total de 339 filmes, de los que 255 son largometrajes y 84 cortos procedentes de 74 países.

En cuanto a la representación de películas procedentes de España y Latinoamérica en esta edición, es la más nutrida de la historia del festival canadiense, con un total de 26. Entre ellas destaca "Loving Pablo", protagonizada por un Javier Bardem que llamó personalmente a la dirección del TIFF para pedirles que incluyesen la película en la programación.

"Viene aquí después de Venecia. Hablar con un actor de ese calibre y saber que para él es esencial que esté en el Festival, me sorprendió. Pero también es gratificante escuchar que el festival ayuda a lanzar carreras", revela Diana Sánchez, programadora de películas iberoamericanas del festival canadiense.