Como un ave rapaz que rondara a su cena, la cámara sobrevuela el desierto de Mojave, mecida por la guitarra doliente de Ry Cooder. En ese océano de arena, un náufrago avanza con paso decidido. Responde al nombre de Travis. Viste traje barato, barba insolente y una imposible gorra roja, digna de Niki Lauda. Su mirada, cargada con la lucidez atroz del insomnio, busca al depredador en las cumbres. Lo encuentra, plano-contraplano y una respuesta: el hombre se lleva a los labios una garrafa de agua. Ese día no morirá.

En algunas raras ocasiones, una única película sirve para definir toda la carrera de un cineasta o un actor. Harry Dean Stanton, actor de talento que falleció este viernes, a los 91 años, en Los Ángeles, sólo necesitó una escena: la del arranque de "Paris, Texas", el filme de culto de Wim Wenders. Pero Stanton no se conformó con ser Travis: en su brillante carrera, con más de seis décadas y casi doscientos títulos, entre cine y televisión, a sus espaldas, el intérprete se consolidó como uno de los secundarios más carismáticos del cine norteamericano.

Natural de Kentucky, tierra de bourbon, carbón y caballos pura sangre, Stanton se curtió en la televisión hasta que las arrugas perfilaron su rostro y la pequeña pantalla se le quedó, efectivamente, pequeña. Sus apariciones en el cine eran cada vez más frecuentes, también más decisivas. Su silueta afilada corta los planos en "Pat Garrett and Billy The Kid", el clásico de Peckinpah; en el "Dillinger" de Milius, en "El Padrino, parte II", en "Alien, el octavo pasajero", en "1997: Rescate en Nueva York". Hasta que llegan Wenders, Sam Shepard, Travis y esa melodía de Ry Cooder que después serviría de entrada a "Documentos TV". Harry Dean Stanton tenía 58 años y ya era una leyenda.

Tras su triunfo llegaría un prolongado esplendor, articulado a través de sus trabajos para David Lynch, quizá el director que mejor supo aprovechar sus condiciones. "Corazón salvaje", "Una historia verdadera", "Inland Empire" o la serie "Twin Peaks" jalonan una relación que se prolongó al otro lado de la pantalla en "Lucky", ópera prima del actor John Carroll Lynch, que se estrena en diciembre y en la que David Lynch actúa junto a un Stanton que atraviesa el desierto por última vez.