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Mucha Asturias por rodar

"Todo el equipo de 'El secreto de Marrowbone' se marchó enamorado de mi tierra, fue una experiencia inolvidable"

Mucha Asturias por rodar

"El secreto de Marrowbone" narra el regreso a casa, o la búsqueda de un hogar, de una familia de cuatro hermanos. Para mí, rodar esta película también ha supuesto un regreso a casa de muchas maneras distintas. Primero por volver a retomar mi camino como director, por trabajar de nuevo con la familia cinematográfica con la que di mis primeros pasos (Belen Atienza, Sandra Hermida, J.A. Bayona, Álvaro Augustin y Ghislain Barrois) pero sobre todo por poder rodar en Asturias. Ha sido posible gracias a mucho esfuerzo, empeño y la colaboración de mucha gente.

La historia transcurre en 1969 en algún lugar indeterminado de la costa noroeste de Estados Unidos. Desde los planteamientos de producción, habría sido más interesante rodar en Estados Unidos o Canadá, que cuentan con exenciones fiscales importantes que habrían abaratado costes, pero suponía renunciar a rodar con equipo español debido al férreo sistema sindical del cine en esos países.

En nuestro país contamos con profesionales de primer orden y no quería que rodar en inglés supusiese perder la oportunidad de trabajar con ellos. Y, por otra parte, la película, que se vendió a 40 países sobre el guión, suponía una oportunidad de oro para dar a conocer nuestros paisajes y el trabajo de nuestros artistas del cine. Me niego a llamarles técnicos. Un director de fotografía, un diseñador de producción, un diseñador de sonido, una figurinista? no merecen otro título que no sea ese, artistas del cine. Además, nuestro país cuenta con la mayor riqueza por concentración y variedad de paisajes naturales del mundo y abundantes horas de sol. Suficientes para servir de plató natural atractivo para atraer rodajes de todo el mundo. Así que luchamos para que el rodaje se quedase aquí a toda costa.

Traer a Asturias el rodaje proponía tres retos importantes. Primero, encontrar la granja donde se esconden los chicos y donde se desarrolla gran parte de la historia. Tras recorrer toda la región y valorar muchas opciones nos decantamos por el palacio de la Torre de Arango, en Pravia. Para mí era vital rodar en una casa de verdad, poder seguir a los personajes con la cámara de dentro a fuera y jugar con luz natural para conseguir ese efecto de final de verano idealizado en un lugar mágico. Patrick Salvador, nuestro diseñador de producción, forró esta edificación de madera y la trató para envejecerla para conseguir algo parecido a las granjas de Nueva Inglaterra que pintó Andrew Wyeth. Y también se reformó y decoró la casa por dentro hasta conseguir el decorado que buscábamos. El jardín, de aspecto descuidado y salvaje, pero estudiado al milímetro, se plantó meses antes de empezar la reforma para que tuviese el aspecto deseado durante los meses de julio y agosto de 2016 en los que tuvo lugar el rodaje.

El siguiente gran reto era el pueblo y la biblioteca de Allie. Parecía imposible encontrar algo adecuado en Asturias, pero finalmente dimos con la Fábrica de Armas en Oviedo. Se pintaron las fachadas de algunas naves y se elevó un enorme chroma para extender digitalmente el set hasta en mar. Se construyó una tienda de ultramarinos (Molly's General Store) y la escuela de oficios se convirtió en el centro social que incluye el despacho de Porter, la consulta del médico y la biblioteca de Allie. También se fabricó un taller mecánico con un surtidor de gasolina para completar la ilusión de un pueblecito rural americano en plena Tenderina.

Finalmente, escenarios de naturaleza virgen completan las localizaciones de la película. Las playas de Frexulfe, Silencio y Xagó, el cabo de Busto, el puente de Canero, Mallecina y los alrededores de Pravia y un bosque de Las Caldas cierran el juego de localizaciones de esta fábula de suspense. Los cielos y la luz de Asturias, maravillosamente aprovechados por el director de fotografía Xavi Jiménez, hicieron el resto para dotar de esa atmósfera mágica a la película, ayudados por el impecable trabajo de otros dos asturianos; Sonia Grande a cargo del diseño de vestuario y Pelayo Gutiérrez al mando del diseño de sonido.

No puedo estar más satisfecho del empaque visual de la película. Y el rodaje en Asturias fue una experiencia inolvidable para todo el equipo, que se marchó enamorado de Asturias y especialmente de la amabilidad de los vecinos de Pravia y el valle de Arango. En el primer pase público de la película, en el festival de Toronto, la belleza de las localizaciones y la luz fue de lo más valorado. Muchos no se podían creer que se hubiese rodado en España.

Espero que la apuesta de resultado y sirva para abrir las puertas a muchos otros rodajes nacionales e internacionales. Antes de que termine el año podremos ver "La Zona" y "Bajo la piel del Lobo", también rodados en Asturias. Ojalá el apoyo que nos brindaron el Principado, la Film Comission, Laboral Cinemateca, los ayuntamientos de Pravia y Oviedo y el Ministerio de Defensa dé frutos y pronto vengan nuevos rodajes a Asturias que incentiven nuestra industria y economía y que sirva para que los jóvenes asturianos que quieran dedicarse al audiovisual tengan oportunidades de trabajo sin tener que abandonar su tierra.

Yo por mi parte me muero de ganas de traer mi siguiente proyecto aquí. Queda mucha Asturias por rodar.

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