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Una Reina de película

Doña Letizia luce en Oviedo un impecable Varela azul noche de largo "new midi", al más puro estilo "La La Land", y algunas de las piezas más brillantes de su joyero

Una Reina de película

Al mal tiempo, buena cara. O algo parecido se le debió pasar a doña Letizia por la cabeza al pensar en su look para el Concierto de los premios "Princesa de Asturias", que se celebró ayer en el Auditorio de Oviedo. Ni la lluvia, ni los gritos de los manifestantes contrarios a este evento, ni la crispación generalizada del país. Ayer el papel protagonista se lo llevó sin duda ella y su look, uno de los más acertados de los últimos tiempos. Por primera vez desde 2012, Letizia escogió un atuendo de un color diferente al negro, la tonalidad que más ha utilizado para asistir a este concierto, antesala de la ceremonia de entrega de los Premios. Fiel a su diseñador de cabecera, Felipe Varela, la Reina optó por un vestido azul noche sin mangas, de corte a la cadera y falda plisada que bajaba hasta diez centímetros encima de los tobillos (lo que se conoce como "new midi"), al más puro estilo de la película "La La Land (La ciudad de las estrellas)". Una silueta de la época dorada de Hollywood ideal para sacar partido a su figura, y que confirma que la sencillez es la mejor aliada para la elegancia.

Sin duda, la Reina es una fan incondicional del consejo de moda que afirma que el secreto está en los complementos. Y ayer lo volvió a demostrar. Rompió la sencillez de su look con algunas de las piezas más especiales de su joyero. Por un lado, los pendientes de aguamarinas y oro blanco en forma de racimo que ya lució en la boda del príncipe Nicolás de Grecia, primo de Felipe VI, y por otro, las dos pulseras gemelas de Cartier que pertenecieron a la reina María Eugenia y que forman parte de las denominadas "joyas de pasar".

Doña Letizia completó su impoluto estilismo con unos "stilettos" de ante al tono del vestido, firmados por Nina Ricci, y una cartera ovalada de piel de color negro de la marca italiana Tod's. Para el maquillaje y el peinado la Reina también apostó por la sencillez, para centrar la atención en lo realmente importante. Decidió recoger su pelo en una coleta informal, aunque pulida, dejando asomar un ligero flequillo lateral. Una opción perfecta para lucir en su totalidad la belleza de los impactantes pendientes. El maquillaje centró su intensidad en los ojos, con unas sombras color tierra en el párpado móvil para matizar el contraste con el eye-liner y la máscara de pestañas negros. En los pómulos un ligero rubor anaranjado, y en los labios un brillo natural que ponían el broche perfecto a la imagen más "lady" de Letizia.

Sin quitar la sonrisa de su rostro en ningún momento, ni siquiera con el frío ni el chaparrón que la recibieron a su llegada al Auditorio, la Reina volvió a demostrar que en su tierra natal se mueve como pez en el agua. Y según van pasando los años y va sintiéndose más cómoda con sus obligaciones monárquicas, todavía más. Atrás quedan aquellos tiempos en los que se agazapaba en un segundo plano detrás del Rey e intentaba pasar desapercibida escogiendo diseños que no dieran mucho que hablar. Empezó por quitarse la chaqueta y así atreverse a lucir sus musculados brazos, a pesar de algunas críticas. Continuó escogiendo un look de lo más arriesgado, directo de la pasarela y firmado por su admirado Felipe Varela, que dejó boquiabiertos a la mayoría de seguidores y detractores, y que la situó en el radar de todas las seguidoras de tendencias. Y, ahora, se afianza todavía más al apostar por este espectacular diseño, digno de una reina de película, para demostrar que los medios internacionales y las revistas de moda no se han equivocado al nombrarla la reina más elegante del mundo. Así que el armario de Letizia todavía tiene mucho que decir.

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