Cada presidente de Estados Unidos tiene su estilo, incluso a la hora de tener sus escarceos sexuales. Clinton prefería a las becarias para practicar algo que, según propia definición, ni era exactamente sexo. En cambio, Trump parece más inclinado por las neumáticas actrices del cine porno y, en concreto, una rubia de pecho valiente llamada Stormy Daniels, nacida en 1979 en Batton Rouge (Louisiana) con el nombre de Stephanie Clifford.

Una revelación de "The Wall Street Journal" acaba de sumar un nuevo escándalo al mandato de Trump. Según este periódico, un abogado del presidente de Estados Unidos pagó 130.000 dólares a esta actriz porno -ya retirada del servicio activo- un mes antes de las elecciones de 2016 para que no revelara que había mantenido relaciones con el magnate neoyorquino diez años antes, al año siguiente de que éste contrajese matrimonio con Melania, que ahora tiene 47 años.

Stormy decidió tomar su nombre de guerra de la hija del guitarrista de "Mötley Crüe", su grupo de rock favorito. Tiene raíces irlandesas y también cheroquis. Ha protagonizado 211 películas porno y es simpatizante del Partido Republicano. Amagó incluso con presentarse a senadora por Louisiana en 2009.

El periódico cita a fuentes conocedoras de este acuerdo al asegurar que Michael Cohen, abogado de la Organización Trump durante casi una década, gestionó en octubre de 2016 un pago a Stephanie Clifford a cambio de que no revelase un encuentro con el presidente, que hoy tiene 71 años de edad, ocurrido en 2006.

Pese al acuerdo de confidencialidad, algo se filtró en la esfera personal de la supuesta examante y Clifford habría reconocido en privado que mantuvo relaciones con Trump durante un torneo benéfico de golf celebrado en julio de 2006 en Nevada. No obstante, sus labios están sellados de cara a la galería. Ahora estaría obligada a guardar silencio debido a un acuerdo de confidencialidad que le reportó 130.000 dólares (algo más de 100.000 euros al cambio actual). Un portavoz de la Casa Blanca ha asegurado que se trata de informaciones "antiguas, recicladas", que ya fueron desmentidas antes de las elecciones, mientras que Cohen ha asegurado en un comunicado que Trump "niega una vez más de forma contundente" el supuesto encuentro. Eso sí, no alude al supuesto pago.

Cohen también remitió al periódico una segunda nota firmada por Stormy Daniels y en la que la exactriz afirma que no mantuvo "ninguna relación sexual y/o romántica" con el ahora presidente. "Los rumores de que recibí dinero para que me callara por parte de Donald Trump son completamente falsos", dijo. Sin embargo, según las fuentes citadas por "The Wall Street Journal", Clifford no sólo recibió dicho dinero, sino que su entorno recriminó al de Trump la tardanza en la entrega. Por parte de la exactriz habría actuado el abogado Keith Davidson, que ha evitado confirmar o desmentir los hechos atendiendo al "privilegio" que rigen las relaciones con sus clientes.