Los "Oscar" fueron los "Oscar" de Guillermo del Toro y "La forma del agua", y de las proclamas en favor de la igualdad y la diversidad, pero también fueron los menos vistos de la historia. Y es que la gala de entrega de los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood fue vista en Estados Unidos por casi 26,5 millones de telespectadores, lo que supone una caída del 19% respecto a la gala anterior, que también fue presentada por Jimmy Kimmel.

La gala de este año, que volvió a ser retransmita en directo por la cadena ABC para el público estadounidense, perdió casi 6,5 millones de espectadores frente a los 32,9 millones de la edición de 2017. Además, es la primera vez que las audiencias de los "Oscar" bajan de los 30 millones de espectadores. Hasta este año la gala menos fue la que en 2008 presentó Jon Stewart con 31,8 millones de espectadores.

Las cifras no incluyen la audiencia a través de medios digitales y por móviles. Las transmisiones en vivo por televisión siguen siendo relativamente atractivas para los anunciantes, debido a que los espectadores no se pueden saltar los anuncios comerciales, lo que ha llevado a un aumento de los precios para la publicidad durante la ceremonia a pesar de que los premios habían registrado en 2017 los niveles de audiencia más bajos en nueve años.

El cantante asturiano Melendi arrasó a uno y otro lado del Atlántico con la gira del disco "Quítate las gafas". Pues bien, ya está en marcha "Ahora", el noveno disco de su carrera, que sale a la venta el viernes.

"En realidad, cuando tengo once canciones en las que creo tiro para un disco, y éstas las tenía a principios de año. No hay necesidad de esperar. A mí lo que me gusta es lo que hago, hacer canciones y subirme al escenario, que es cuando más disfruto". Y tanto. El cantante ovetense lleva varios lustros en la pomada, llenando escenarios y vendiendo discos a toda pastilla. De hecho, en los últimos años se mantiene siempre entre el Top-5 de los más vendidos, ya sea singles o elepés.

"Ahora" estuvo precedido por "El arrepentido", que cantó con Carlos Vives. Más allá de este single, Melendi plantea que le ha quedado un "disco variado", aunque puntualiza que, en realidad, todos los suyos lo son. "Hay tres vertientes, puede ser, con baladas, alguna canción más 'uptempo' y divertida, y luego mis pajas mentales, mis reflexiones vitales, que seguramente son las que la gente pasa porque les parecerán un tostón", resume entre risas.

Y aunque en las canciones aborda diversos temas con su visión del mundo -"quien escuche el disco me conoce bastante, eso desde luego", afirma-, pareciera que hay cierta preponderancia del amor. Y destaca a este respecto con una amplia sonrisa: "He tardado un tiempo en manifestarlo, pero en el fondo soy un romántico. Nos pasa a todos, empezamos a ordenar las prioridades cuando llegamos a cierta edad".

"Ahora" cuenta también con la participación de Alejandro Sanz y Arkano en el tema "Déjala que baile", algo con lo que Melendi se muestra especialmente ilusionado. "Primero llamé a Arkano, que tiene un discurso genial para los jóvenes. A Alejandro le dije que por favor grabara conmigo. Escuchó el disco y eligió él esa canción", relata el cantante a "Europa Press".

Añade sobre esta colaboración en particular: "Fue rápido, aunque me costó mucho llamar a Alejandro porque cuando admiras mucho a una persona es cuando más cuesta dar ese paso. Pero sólo vivimos una vez y yo quería cantar con Alejandro".

En "Déjala que baile", así como en otros pasajes del disco, se aprecia una evolución en el sonido de Melendi, que además de incorporar arreglos de cuerdas se adentra también en sonidos electrónicos. "El mundo es global, hay que abrirse y estar abierto al cambio", argumenta, para luego rematar: "Soy defensor a ultranza de evolucionar y no estar prisionero de tus creencias, que siempre están equivocadas, sean las que sean".

Eso sí, aclara que él siempre compone las canciones con "guitarra o piano", aunque luego ya las va vistiendo diferentes a partir del esqueleto principal. "Soy un obrero de la música, trabajo todos los días", recalca, al tiempo que explica que se ha dado cuenta "de que eso de la inspiración, al final, es trabajar, como todo en la vida". Melendi añade: "Si te pones todos los días un ratito termina saliendo algo bonito. Y un día escribes algo horroroso pero otro día algo mejor".