Esta próxima madrugada entra en vigor el horario de verano. A las 02.00 horas, los relojes se adelantan una hora y serán las 03.00. Un cambio que estará vigente hasta el último fin de semana de octubre, cuando el reloj se atrasará para volver al horario de invierno.

Dicho de otro modo: esta noche "dormiremos" una hora menos. El cambio horario forma parte de la Directiva Europea 2000/84CE que afecta a todos los Estados miembro de la Unión Europea con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar por la tarde.

¿Es beneficiosa esta modificación horaria?

Los defensores de este cambio horario entienden que los beneficios son más que los perjuicios. Al adelantar el reloj y amanecer más tarde, no se desperdicia tiempo de luz en los que la gente todavía no se ha levantado de la cama.

Y al anochecer más tarde, los adultos pueden disfrutar de más tiempo de luz después de salir del trabajo, los niños pueden estar más tiempo en el parque sin que se haga de noche y los dueños de bares y comercios ven como la gente retrasa la hora de ir a casa, lo que es beneficioso para sus negocios.

También se esgrime como argumento a favor de este cambio que se reduce el gasto en electricidad, al verse alargado el día.

El huso horario

Con este cambio de hora, España pasa de hallarse en el GMT+1 del horario de invierno al GMT+2 del horario de verano. En Canarias siempre es una hora menos, por lo que se pasa del GMT al GMT+1.

Este cambio horario se mantendrá hasta el último fin de semana de octubre, cuando habrá que realizar la operación inversa y retrasar el reloj una hora.

Pero el cambio de horario genera ahora menos preocupaciones que antes, toda vez que los móviles y mayoría de dispositivos electrónicos aplican la modificación de forma automótica.