La actriz californiana Cameron Diaz se retira del cine. Más bien lo ha hecho ya hace un tiempo. Pero ha sido ahora cuando sus seguidores se han dado cuenta de que la dulce Cameron de cabellos rubios y ojazos azules lleva ya tiempo alejada de la voraz industria de Hollywood. Ha sido tras un reportaje a raíz del encuentro con sus compañeras Selma Blair y Christina Applegate, con las que protagonizó en 2002 "La cosa más dulce", película que tuvo cierto recorrido en España, pero no el éxito esperado en EE UU.

En la conversación, Diaz no deja lugar a equívocos: "Literalmente no hago nada", "yo estoy totalmente fuera. Estoy semijubilada también, realmente estoy retirada...".

Ha sido abrir la boca y su legión de fans repartidos por todo el planeta se han puesto tristes, aunque confían en que más pronto que tarde vuelva a la gran pantalla. Al menos habrá que esperar a que la actriz, de 45 años, dé a luz a su primer hijo con su marido, el músico y productor Benji Maden. Con éste se casó en enero de 2015, al poco de comprometerse. Pocos se enteraron, al igual que ahora de su embarazo.

Porque Cameron Diaz es mundialmente conocida por sus películas, muchas taquillazos, pero su vida personal no tanto. De alguna forma se las ha arreglado para que se sepa lo justo: se le atribuyen unos cuantos novios (entre ellos, Justin Timberlake, Matt Dillon y Jared Leto) y políticamente se marcó hace años en apoyo de Al Gore. Pero a partir de ahí, poco más.

En el cine, en 2014 participó en su última película, "Annie", y tiene pendiente este 2019 el estreno de "Shrek 5", pero no actúa, sino que presta su voz a la Princesa Fiona. Hay que echar la vista muy atrás para encontrar los papeles que la han encumbrado como actriz cómica -la citada "La cosa más dulce", "Algo pasa con Mary" y "The Holliday"- y dramática (alabados son sus papeles de la mala malísima Malkina en "El consejero" o "Gangs of New York").

Tiene muchos más éxitos. En total ha rodado 44 películas y su fortuna se calcula en 140 millones de dólares. Ahorros suficientes para jubilarse, si quiere, a los 45 años.