La reina Isabel II pidió a los jefes de Estado de la Commonwealth, reunidos esta semana en Londres en la cumbre bianual de la organización, que escojan a su hijo el príncipe Carlos como su sucesor a la cabeza de la institución.

La monarca manifestó, en un discurso pronunciado en el palacio de Buckingham ante 46 dirigentes de los 53 países que integran la Mancomunidad de Naciones, que es su "sincero deseo" que la institución que lidera continúe ofreciendo "estabilidad" a futuras generaciones.

"Deseo que decidan que un día el príncipe de Gales siga desempeñando el importante trabajo que empezó mi padre en 1949", reconoció la soberana, que ocupa el cargo de cabeza de la Commonwealth desde que accedió al trono británico en 1952.

Este puesto no es hereditario, por lo que no pasaría de manera automática al primogénito de la soberana, Carlos de Inglaterra, cuando su madre fallezca.

La decisión de quién debe ocupar el cargo en ese momento corresponde a los 53 estados y, según informó esta semana el Gobierno británico, se adoptará hoy.

El heredero de la corona británica estuvo también presente en el palacio de Buckingham, donde declaró que espera que la cumbre "no solo revitalice los lazos" entre los países, sino que también "otorgue una relevancia renovada para todos sus ciudadanos".

Por su parte, la primera ministra británica, Theresa May, indicó que los dos próximos días de cumbre se dedicarán a debatir temas que incluyen ciberseguridad, comercio, conservación de los océanos o la acumulación de residuos de plástico.