El genial director polaco Pawel Pawlikowski conquistó el festival de Cannes con una historia de amor tan trágica como bella, la que cuenta en "Cold war", un ejercicio de nostalgia hacia el pasado. Un cineasta que se coronó en el festival de Gijón en 2013 con "Ida" al llevarse el premio a la mejor película, mejor actriz mejor guión y mejor dirección artística. Posteriormente, se llevó un "Oscar" y arrasó en los premios del Cine Europeo.

No se trata, agregó, "de una nostalgia por el estalinismo, sino por esa especie de claridad que había entonces, en un mundo sin móviles". La película sigue la historia de Zula y Wiktor, una cantante y un director de orquesta que se enamoran pero que quieren llevar dos vidas muy diferentes. Mientras ella quiere permanecer en Polonia, él desea huir de las prohibiciones y la falta de libertad de su país.

Joanna Kulig y Tomasz Kot interpretan con brillantez a los protagonistas de este amor imposible que se desarrolla ante la cámara en un precioso y contrastado blanco y negro, muy diferente al del alabado y premiado filme anterior del director.

En el caso de "Cold war", Pawlikowski intentó hacer la película en color pero fue incapaz de encontrar la paleta de colores adecuada para contar la historia.

"El mundo se convierte en una especie de metáfora con el blanco y negro", señaló el realizador. Y el director de fotografía, Lukasz Zal agregó: "En Polonia en aquella época no había color"

Un blanco y negro que se convierte en un protagonista más de la película y que permite que cada plano se convierta en una obra de arte, algo en lo que ahondó una de las productoras, Ewa Puszczynska, que consideró que las películas de Pawlikowski no son solo una historia, sino "piezas de arte".

Una belleza que impregna la historia trágica de estos dos amantes, marcados por el destino, por un fatalismo que el realizador comparte en el sentido de que todas las vidas acaban mal, aunque aseguró que lo que busca con su cine es ahondar en las relaciones humanas.

"Es eso lo que me preocupa, el comportamiento de los amantes y sus repercusiones, más que la cuestión filosófica del destino",

Godard, nuevo plantón

Cincuenta años después de que el cineasta franco-suizo Jean-Luc Godard lograra que Cannes se suspendiera en solidaridad con el movimiento estudiantil de mayo del 68, ayer volvió a revolucionar el festival con "Le livre d'image", una propuesta más artística y filosófica que cinematográfica. Con un gran aplauso en su pase de gala y unas palmas más tímidas en la primera proyección de prensa se recibió en Cannes esta película, que compite por la Palma de Oro y que se puede resumir como una personalísima reflexión sobre la locura del mundo actual.

Como es habitual no aparecerá por Cannes, pero sí se le podrá ver hoy en la rueda de prensa sobre su cinta, si la técnica no lo impide, porque el realizador hablará con los periodistas a través de Face Time.

Los representantes españoles en Eurovisión, Alfred y Amaia, actuarán los segundos en la gala final de hoy en Lisboa mientras que los favoritos para ganar el festival, Chipre e Israel, lo harán en los últimos puestos, en una lista que abrirá Ucrania y cerrará la reivindicativa Italia. A partir de las 21.00 horas en La 1 y TVE Internacional se podrá seguir una nueva edición del concurso con Julia Varela y Tony Aguilar como comentaristas del festival, y la modelo y presentadora Nieves Álvarez, que repite como portavoz del jurado español.

El orden final de los 26 participantes, divulgado ayer por la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora de Eurovisión, resulta agridulce para la pareja española, ya que se trata del considerado puesto maldito de la competición.

Lo es porque, según demuestran los registros, nadie que haya actuado segundo en la final ha conseguido ganar el certamen en sus 62 años de historia.

De acuerdo a esos datos, la tendencia es que los vencedores suelen actuar en la segunda mitad de la gala, motivo que llevó a Amaia a lamentarse el pasado domingo, cuando se decidió por sorteo que interpretaría "Tu canción" en la primera mitad.

A tenor de estas conjeturas, una de las señas de identidad del concurso, a priori cuentan con mejores opciones los principales favoritos para ganar, según las casas de apuestas: Chipre, cuya representante, Eleni Foureira, saldrá al escenario en penúltima posición, e Israel, como vigésimo segunda, cuando actuará Netta Barzilai.

Lo cierto es que la competición, que abrirá Ucrania y cerrará Italia, este año con el reivindicativo "Non mi avete fatto niente", que homenajea a las víctimas de atentados yihadistas y rechaza la violencia, tendrá en su segunda parte a los que están primeros en las predicciones para conseguir el trofeo.

Así, a partir de Francia, otra gran favorita que será decimotercera en la gala, justo el ecuador, tendrán lugar las interpretaciones de República Checa, Finlandia, Suecia e Irlanda, gran sorpresa al clasificarse tras cinco años con un tema íntimo que cuenta sobre el escenario un amor homosexual.

Mientras, el anfitrión, Portugal, mostrará su canción, "O Jardim", en octava posición.