Cuando tenía nueve años, el gijonés Jorge Aguirre robó un bote y se presentó él solo navegando en Candás. Fue la primera de sus aventuras, el germen primigenio de su última locura: plantarse en Moscú a bordo de un Dyane 6 de 41 años de antigüedad, con 35 caballos de potencia y una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora en un plazo aproximado de 40 días, con 30.000 kilómetros por recorrer.

"Siempre he sido rutero y ya conocía toda Europa, sólo me faltaba Rusia, así que me decidí a hacer el viaje", explicaba Aguirre ayer en el Náutico despidiéndose de sus conocidos y dando el último repaso a su equipaje: una cocinilla, un pequeño fregadero, una nevera, un ventilador portátil, varias linternas, un baúl con víveres y algo de ropa. "No hace falta viajar con mucho", explica. Por delante, la ruta que pasará por Francia, Bélgica, Alemania, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Rusia, Ucrania, Hungría, Croacia, Eslovenia y de vuelta por la Costa Azul.

Una aventura en mayúsculas para la que incluso lleva un tanque extra de gasolina, porque "de San Petersburgo a Moscú las gasolineras están muy espaciadas", con un poco de respeto por Ucrania "porque allí las cosas están complicadas" pero con las ganas intactas de "zambullirme en la cultura de cada país, ver a la gente e interactuar con ella". No le quedará más remedio, porque va prácticamente con lo puesto. "Tengo que hacer la compra casi a diario, ir reponiendo gasolina y parar para dar descanso a la cirila", explica, con la intención de rodar siempre por autovías y carreteras nacionales para ahorrarse el peaje y pernoctando en cámpings y áreas de autocaravanistas.

"Duermo dentro del coche pero también llevo una tienda de campaña", explicaba ayer mientras mostraba el interior del vehículo, en el que lleva una pequeña mesa plegable y su ordenador portátil . Porque a través de su blog personal (jotaguirre.blogspot.com.es) irá narrando día a día su peripecia, que ayer concluía en el Cabo de Ajo. Al finalizar el viaje su intención es la de escribir un libro, como ya hizo en su anterior ruta con el Dyane 6. Entonces viajó por toda España y Portugal en un periplo para unir todos los cabos de la Península. Los beneficios del libro, que acaba de salir a la venta en plataformas digitales, irán destinados a la asociación Duchenne de afectados por distrofia muscular.

Llegar a Moscú será una etapa más en la dilatada carrera como aventurero de Aguirre, quien en su día fue instructor de buceo, windsurfista, profesor de equitación y hasta jardinero. El gijonés ya sabe lo que es viajar en Vespa hasta Cabo Norte, en Noruega, recorrer el norte de África, o viajar desde San Lorenzo hasta Huelva sobre dos ruedas.

También fue el primero en recorrer toda España a caballo con la única compañía del equino y un perro. Durante mes y medio tratará de cumplimentar "el viaje más largo hasta ahora", unido con su mujer a través del whatsapp y con "un kilo de mapas" como guías. "¿Y qué dice su señora?". "Nada, ya la tengo acostumbrada".