Los Reyes Felipe y Letizia inician ayer una visita a Estados Unidos para participar en las celebraciones de los 300 años de las ciudades de San Antonio (Texas) y Nueva Orleans (Luisiana). Destacar la contribución española en sus orígenes y los lazos históricos entre los dos países son los objetivos de este viaje en el que también visitarán la Casa Blanca y se verán con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su esposa, Melania Trump.

Con la música de jazz como banda sonora, los Reyes llegaron al Ayuntamiento de Nueva Orleans donde Felipe de Borbón recibió, de manos de la alcaldesa Latoya Cantrell, la llave de la ciudad, una distinción que le acredita como huésped ilustre en su primer acto oficial del viaje a Estados Unidos. El Rey Felipe VI quiso destacar durante su intervención la importancia de difundir el legado español en Luisiana y en la ciudad de Nueva Orleans, una herencia fruto de una época en la que ese territorio era español y que contribuyó a que la ciudad fuese "integradora y mestiza".

Los Reyes permanecerán en EE.UU. hasta el próximo martes. El viaje culminará con una visita oficial a Washington y la cita de los monarcas españoles con Donald y Melania Trump.