Es la primera vez que la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid, expasarela Cibeles, presenta sus propuestas en el mes de julio. Y, a pesar de que a algunos les ha pillado con el pie cambiado, la mayoría de diseñadores que presentaron sus colecciones ayer, en el pabellón 14 de la Feria de Madrid (Ifema), aplauden la decisión. Es el caso de Miguel Marinero, ya que ésta es la primera edición en la que el diseñador asturiano presentó una colección de primavera-verano dentro del calendario oficial. "Nunca habíamos hecho textil, pero no podemos estar más contentos con el resultado", aseguró Marinero. Su colección "Sahel", inspirada en el cordón africano que une el Mar Rojo con el Atlántico, representa a la perfección esa mezcla de culturas, texturas y colores que caracterizan a los países de este continente. Con el oro, los tonos tierra, los rojos y los azules noche como colores principales, Miguel Marinero y su hijo Nicolás visten a una mujer fuerte, aventurera, sofisticada y sensual. Entre los 28 looks que sacaron a la pasarela -dos de hombre incluidos-, destacan las chaquetas saharianas de napa y lino, los vaporosos vestidos de muselina de seda con degradados de color, las combinaciones de chaquetas a la cintura con pasamanerías y faldas mini de lino con lazadas XL, los pantalones anchos transparentes o plagados de paillette, los caftanes con motivos geométricos y las capas de lino con capucha. Sin olvidar las camisetas y pulseras solidarias que han hecho junto a la ONG África Directo. "Las dos cosas están ya a la venta en nuestra web, y el 100% de las ventas se destinará al proyecto 'Zway, Etiopía'; una escuela de moda que enseña sastrería y diseño a jóvenes en situaciones económicas muy precarias", explica Nicolás Marinero.

No fueron los únicos que sucumbieron a los aires internacionales. Ulises Mérida presentó "Babel", una colección en la que dominan las asimetrías, las superposiciones y las siluetas que flotan sobre el cuerpo. Con los lilas, el mostaza y el plata como tonos principales, y los lunares y las rayas como únicos estampados, el diseñador toledano apuesta por pantalones de cintura alta, blusas con los hombros al descubierto, vestidos rectos o con forma trapecio y shorts con jerséis amplios.

Agatha Ruiz de la Prada fue la encargada de levantar ayer el telón del calendario oficial de la pasarela madrileña. Con sus clásicos colores vivos y sus formas exageradas, aunque cada vez más contenidas, la diseñadora brilló con sus vestidos rectos sin mangas y sus monos de pantalón palazzo con rayas horizontales de lentejuelas. Los volantes, los vestidos "mini", las formas globo y el estampado floral dominan su propuesta. Y se confirman como tendencia para el próximo verano, ya que, junto a las rayas, fueron los motivos más repetidos de la jornada. Por un lado, la madrileña María Escoté llenó de volantes los looks más "chandaleros" -en rosa, rojo y negro- de su colección "OmgGirls!". Y entre pompones, lazos y flecos recuperó a las tres protagonistas de la serie animada "Las Supernenas", que marcó a la generación millenial, para estamparlas en monos y trajes de tweed de inspiración Chanel.

Por otro, la catalana Teresa Helbig se rindió a los estampados florales en su colección "Knot Gardens". Una vez más, la diseñadora demostró su maestría con el manejo de los tejidos y su constante evolución en la introducción de técnicas nuevas para alcanzar resultados espectaculares. Tanto, que cada vez son más las celebrities americanas que solicitan sus diseños. Los cordones encolados que componen vestidos mini y corsés que cubren vestidos de tul reflejan esos laberintos y enredaderas de los jardines más señoriales de Europa. El glitter, el terciopelo, la malla metálica y las puntillas imitan las texturas y tonalidades de la flora. Los vestidos de tul con transparencias y capuchas extraíbles visten a las ninfas del bosque y los shorts con retales de pitón y combinados con blusas llenas de volantes el punto canalla y exótico que caracteriza a la "maison" Helbig.

La firma Pedro del Hierro volvió al calendario oficial de la pasarela para cerrar la primera jornada en Ifema. Y lo hizo con el "front row" más glamuroso del día: Ana Boyer y su marido, el tenista Fernando Verdasco, Inés Sastre, Eugenia Silva y Boris Izaguirre, entre otros. Los print animal, los terciopelos, las sedas, los brillos y los tules visten a una mujer sofisticada, de la mano de Nacho Aguayo, director creativo de la línea de mujer. Los trajes y pajaritas de terciopelo, los jerséis de lana gruesa, las trencas azul marino y las camisas de rayas son las piezas clave para el hombre ideado por Álex Miralles, director de diseño de la línea masculina. Un regreso esperado y lleno de glamour que ha venido para quedarse.