Noelia HERMIDA

Temporada de verano es sinónimo de temporada de bodas. Aunque cada vez es más habitual que estas celebraciones se repartan por todo el año, cuando llega el calor -o debería llegar aunque la meteorología haga alguna de las suyas- viven su momento más álgido. Intentar ir elegante, actual cumplir el protocolo y verse lo más favorecida posible son las cuatro normas básicas que busca cada invitada a una boda en su estilismo. Aunque lo más importante siempre es no caer en el error de verse "disfrazada", con un estilo muy diferente al habitual o que suponga más sorpresa o extrañeza que halagos. Pero, dejando consejos y recordatorios a un lado, este verano hay siete looks ideales con los que colocarse en los primeros puestos del ranking de las más elegantes de las bodas. Los vestidos a media pierna, los monos con mangas abullonadas o las faldas lápiz con una camisa o top especial son tres ases en la manga que no hay que dejar escapar.