Imaginación, técnica y unas manos prodigiosas han llevado a la asturiana Ángela Antuña a hacerse un hueco en una de las pasarelas consideradas como un trampolín a la fama para jóvenes diseñadores. Nacida en Sotrondio hace 24 años, presentará el 6 de septiembre en el Círculo de Bellas Artes de Madrid la colección "Die Dead Sea" ("El Mar Muerto"). Sus creaciones competirán con las de otros dieciséis creadores en la XXXIII Edición de los Premios Nacionales a la Moda para Jóvenes Diseñadores.

El jurado la seleccionó para representar a Asturias en el certamen porque el año pasado se alzó con el primer puesto en la fase regional. A partir de ahí, la asturiana tomó como punto de partida una de las premisas del concurso: respetar el medio ambiente. "Me inspiré en los colores y las formas del Mar Muerto para hacer una colección ecológica. Ese mar es un tesoro en peligro de extinción con unas características fácilmente aplicables al mundo del diseño", explica Antuña, que estos días da los últimos retoques a unas piezas elaboradas con lino, seda y algodón 100% natural. La joven llevará a Madrid seis de los catorce "looks" de la colección "Die Dead Sea", que tardó cerca de ocho meses en completar. Tres los invirtió en diseñar los vestidos, monos y trajes, y cinco los empleó en hacer los patrones y confeccionar toda la ropa.

Ángela Ántuña siempre quiso ser diseñadora. Aprendió muy pronto a coser y en Secundaria aprovechaba los ratos libres para dibujar decenas de bocetos de ropa femenina en sus cuadernos. Al acabar el Instituto buscó la carrera universitaria que mejor se adaptaba a sus gustos. "Quería seguir estudiando, así que cuando vi que existía la carrera de Diseño de Moda, no dudé un segundo en matricularme". La joven estudió los tres primeros años en Oviedo, en la Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología (ESNE), y el último lo pasó en Madrid, donde ahora vive. Allí ha abierto una tienda de moda en el barrio de Usera en la que cose por encargo y vende sus creaciones bajo la firma Ángela Antuña. Está contenta. Recibe numerosos pedidos tanto en el local como a través de Facebook e Instagram y no se agobia al pensar en la cita del 6 de septiembre en el Círculo de Bellas Artes. Da por hecho que la competencia será dura, pero también sabe que su trabajo está bien planteado.

La colección basada en el Mar Muerto es la tercera de su carrera. Antuña presentó otra inspirada en Egipto como trabajo de fin de carrera y hace poco finalizó piezas basadas en el mundo circense. Todas para la mujer, aunque no descarta diseñar ropa masculina en un futuro. No se impone límites y opina que casi todo puede ser una fuente de inspiración: "La clave es ser capaz de llevar lo que ves al diseño y explorar posibilidades". También tiene claro quiénes son sus referentes. Adolfo Domínguez ocupa el puesto más alto porque "dota cualquier prenda de elegancia".