Muchos de los asistentes al Aquasella eligen este festival de música electrónica por no estar tan masificado como otros de su mismo estilo. La organización espera que en total pasen unas 30.000 personas por el festival, que empezó el jueves y finalizará hoy, domingo, por la tarde, aunque los días fuertes fueron ayer y el viernes.

El recinto del evento musical, situado en el concejo de Cangas de Onís, pero muy próximo a Arriondas, está compuesto por dos carpas y escenarios y una zona de acampada. Este año hay un escenario menos que en ediciones pasadas para poder mejorar la calidad de los artistas invitados, aseguran desde la organización.

La disminución de zonas con diferente música no acaba de convencer a algunos asistentes, pero sí dicen estar muy contentos con la organización. "Me está gustando más que otros festivales porque tiene mejores instalaciones y está todo mucho mejor organizado", señala Ignacio Vítores, un madrileño de 22 años que asiste por primera vez al Aquasella.

Otro de los atractivos del festival que los espectadores dicen tener en cuenta es su "pequeñez". El Aquasella es un evento musical poco masificado si se compara con otros festivales de electrónica más grandes. Por ejemplo, mientras que la organización del festival asturiano espera una asistencia de unas 30.000 personas, el Dreambeach Villaricos (evento del mismo tipo celebrado en Almería hace una semana) tuvo 160.000 asistentes según las estimaciones oficiales. "Es pequeño y no es demasiado agobiante", asegura Rita Blanco, una gallega que vuelve al festival por segunda vez después de llevar tres años sin poder asistir por trabajo.

Que el Aquasella se celebre en Asturias también es motivo para que algunos decidan acudir a escuchar su estilo de música favorito. "Llevo cuatro años viniendo porque me gusta el tiempo de aquí", dice Carmela Santonja, una madrileña de 24 años que asegura llevar peor el calor de Madrid que la lluvia de Asturias.

Aunque no todo el mundo está contento con el clima asturiano. "El primer día llovió y hoy hace muchísimo sol, el tiempo cambia mucho aquí", señala Ignacio Tejero, otro madrileño, de 23 años, que va a repetir después de su primera asistencia al Aquasella. En el festival celebrado a orillas del Sella se vivió ayer la jornada "más fuerte", con más de 10.000 asistentes a los distintos conciertos. Según la organización, el atractivo del sábado estaba en uno de los mejores artistas que asistieron al evento, el Dj francés Laurent Garnier. Una jornada marcada por la música electrónica, que no dejará de sonar hasta pasadas las siete de la tarde de hoy en el llamado "Bye Bye Aquasella", la última sesión.