Miguel Torres no saltó al terreno del juego el viernes para vestir los colores del Málaga pero al día siguiente ahogó penas deportivas con planes sentimentales: una visita a su novia Paula Echevarría en Candás, donde la actriz asturiana lleva unos días disfrutando de familia y amigas en un entorno que para ella es insustituible. Allí se les pudo ver sentados en la terraza del restaurante "La Parra", uno de los lugares favoritos de Echevarría, quien días antes había subido gotografías a su cuenta de Instagram presumiendo de buenas amigas y de paisajes incomparables junto a su hija Daniella. LA NUEVA ESPAÑA fue testigo de esa presencia de la pareja en un rincón emblemático de Candás, y también lo fue horas antes en el aeropuerto de Asturias en la llegada de Torres a la tierra de su amada.

Fue visto y no visto. El avión de Volotea que lo trajo desde Málaga aterrizó a las 17.20 horas y, privilegios de la fama, pudo utilizar una salida alternativa a la general acompañado de dos trabajadores del aeropuerto. Aunque fue cuestión de segundos antes de que se encontrara con su novia y desaparecieran raudos en coche, dos señoras le reconocieron y le comentaron algo que le arrancó una sonrisa antes de meter la quinta. Maleta de mano, una tablet, gorra y gafas de sol. Ligero de equipaje para una visita a Asturias, Paula querida.