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Víctor Manuel: "El rumbo se lo trabaja uno, no hay que esperar"

El cantante presenta su nuevo álbum e inicia una peregrinación por media Asturias grabando el clip de "Allá arriba en el Norte"

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Víctor Manuel en Luanco

"No tengo himnos", subrayó ayer en Avilés el cantante mierense Víctor Manuel, pero en "Casi nada está en su sitio" (Sony), que es como se llama su último disco -una colección de trece temas nuevos surgidos de un centenar de notas de audio grabadas en su móvil por medio mundo-, canta a Asturias y también a España. "De manera imperativa, como Blas de Otero. La última vez fue con ´Camisa blanca´", señaló. Esta nueva canción incluye, dijo, "cosas de las que me siento orgulloso y también de las que odio".

Víctor Manuel ya no está para andarse con remilgos. "Soy el que soy y se me compra entero", destacó. "De lo que más contento estoy es de que en cualquier disco mío entran las cosas que están pasando, ahí está la vida y los problemas que no sólo me afectan a mí, si no a mucha gente", declaró. A este respecto mencionó, a propósito de otra de sus nuevas canciones ("Elegir rumbo"): "El rumbo se lo trabaja uno, no hay que esperar a que nadie te venga a salvar, hay que salvarse uno solo y, si puedes, echar una mano a los demás".

En el Palacio Valdés inicia la gira de lo último suyo el próximo día 26 de octubre (esta mañana, a las 11.00 horas, se ponen a la venta las entradas del espectáculo premier por cielo, tierra e internet). "Juegas sobre seguro: las entradas van a volar", vaticinó Yolanda Alonso, la concejala avilesina de Cultura. Y, pese a ello, sólo ha reservado una fecha.

Pero la presentación esta no fue la única excusa para el regreso de Víctor Manuel al escenario en donde echó a andar hace casi una década "Vivir para cantarlo", el espectáculo que fue vida, memoria y recuerdos compartidos. El cantante se incorporó a la grabación del vídeoclip de "Allá arriba en el Norte", su nueva canción "asturiana". El tema que no es un himno, pero que no deja de tener sus semejanzas con ellos (hoy mismo estará colgado en todas las plataformas digitales, el disco completo tardará todavía en salir). "Lo terminé rapidísimamente, en poco más de dos horas. Y David, mi hijo, lo arregló también inmediatamente", confesó el cantante.

El clip cuenta con planos aéreos. "Los hicimos ayer [el miércoles]", apuntó J. K. Álvarez, que es su realizador y que es también el autor del largometraje "Camping Movie. El tesoro del pirata Cambaral" que se presenta el día 20 en el centro cultural Valey de Piedras Blancas. Filmó en la plaza del Niemeyer, en el muelle de Luanco, en las dunas de la playa del Espartal, en Cudillero, en Luarca y en el cabo Vidío. Para hoy queda Oviedo. Lo hará en la plaza de la Catedral (en la canción menciona la escultura de La Regenta), en Gijón, en el entorno de la playa, y también en Lastres. El vídeo estará listo en unos pocos días. "En dos minutos queremos recorrer toda Asturias. O la mayor parte de ella", destacó Álvarez, que se encarga también de la producción.

Lo de no parar de caminar es algo que no es ajeno al cantante. "Paseando se me aclaran las ideas", confesó ayer en el escenario avilesino, un odeón muy apegado a su propia vida (allí también vio dos estrenos nacionales de su hija Marina San José). "Tengo trece canciones nuevas y mucha guitarra", aseguró. Y eso es parte del fruto de sus constantes paseos. "Tengo ciento y pico notas de audio en el móvil: se me escucha silbar y, de fondo, los cláxones de Cartagena de Indias". Tan lejos y sin himnos.

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