El Real y el director Álex Ollé lamentaron "profundamente" la exhibición que hicieron la noche del miercoles dos colaboradores de la Fura dels Baus de lazos amarillos cuando salieron a saludar tras la función de "Faust", una representación que inauguraba la temporada y a la que asistieron los Reyes.

El escenógrafo de la Fura, Alfons Flores, y el figurinista, Lluc Castells, salieron a saludar al escenario con lazos amarillos -símbolo del independentismo catalán- en su ropa, algo que provocó un sonoro abucheo de parte del público presente.

Ollé, director de escena del montaje de "Faust", ha explicado al teatro en un comunicado que Flores y Castells "no son miembros de la Fura" sino dos "colaboradores" y ha subrayado que está "desolado" por un incidente "desafortunado y fuera de lugar".

"Estoy desolado ya que considero que los hechos han sido totalmente desafortunados y fuera de lugar. En mi opinión no se deben de mezclar los posicionamientos políticos personales con el ámbito profesional", señala Ollé.

Se trata, aclara el director, de "dos colaboradores" que no forman parte de la Fura por lo que le gustaría "que no se vincularan los hechos ocurridos esta noche" con la compañía.

"Espero que pese a lo ocurrido, el público pueda recordar la obra por sí misma y no por los hechos acontecidos durante el saludo final", subraya Ollé.

Añade además que le gustaría que el teatro, "uno de los mejores del mundo", transmitiera a todos sus trabajadores "y en particular al señor Gregorio Marañón -presidente del patronato- y a las autoridades presentes durante el estreno" sus "más sinceras disculpas".

"El Teatro Real lamenta profundamente lo sucedido al término del estreno de la Temporada y quiere poner de manifiesto que la cultura es un patrimonio de todos y, por lo tanto, debe estar libre de cualquier instrumentalización partidista", añade el coliseo en su comunicado.

El portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, pidió "pedagogía por parte de todos y explicar que el lazo amarillo significa defensa de la democracia, dignidad y libertad para los presos políticos". "El lazo amarillo no puede desaparecer de nuestra vida mientras siga la injusticia de la prisión y la amenaza contra la vida normal en democracia", defendió Pujol.

A la salida del Teatro Real, casi al filo de la medianoche, los Reyes fueron despedidos entre aplausos y gritos de "Viva España" por más de un centenar de personas que o bien salían de ver la obra o que paseaban por las cercanías de la Plaza de Oriente y el Teatro Real.

Los monarcas también fueron recibidos entre aplausos a su llegada al Teatro. Precisamente, los Reyes volvían a presidir la apertura de temporada del coliseo madrileño tras su ausencia durante la temporada pasada por los acontecimientos en Cataluña.