El otoño acaba de hacer su entrada oficial. Pero, para llevar mejor la "reentrè" y superar el final del verano, mirar a las grandes pasarelas puede ser de gran ayuda. Nueva York y Londres acaban de bajar el telón de sus ediciones de septiembre, en las que se han presentado las colecciones para la primavera-verano de 2019. Y lo han conseguido. Han provocado que las amantes de la moda deseen que pasen los meses de frío para enfundarse en increíbles vestidos de plumas y tul, combinaciones de flores y lunares, conjuntos de estampado animal, looks al más puro estilo barroco o boho, trajes masculinos, flores y tonos empolvados, y juegos de volúmenes para todos los gustos.
Si esta temporada viene pisando fuerte, el próximo verano el "patchwork", esa unión de trozos de tela de diferentes colores y estampados en un desorden armónico, seguirá pisando fuerte. Palabra de firmas como Coach y Zimmermand. También lo hará el estampado animal, desde la serpiente hasta el tigre. Así lo ha confirmado el primer desfile de Riccardo Tisc i para Burberrys en Londres. El amarillo y el rojo se convierten en grandes protagonistas de casi todas las colecciones, con permiso del infalible blanco, el imprescindible negro, el versátil beige, el favorecedor naranja y los tonos empolvados.
El día se viste de estilo masculino, desde trajes de cuadros, a trench multibolsillos, bermudas con toreras, conjuntos de rayas o camisetas amplias con leggings. Sí, estos pantalones ajustados serán la revelación de la primavera 2019 según una de las que más sabe de tendencias, la ex "Spice Girl" Victoria Beckham. Los lunares, que se han apoderado de las calles en el último año, siguen siendo el estampado ideal. Solos o combinados con flores. El más es más. El estilo boho y el barroco conviven para dar rienda suelta a infinidad de combinaciones. El estilo deportivo, desde sudaderas con estampados de personajes infantiles a logomanía de las marcas más punteras, también se cuelan entre los favoritos.
La noche se viste de metalizados, de camisas y vestidos con volúmenes exagerados, lazadas XL, y plumas y tules en vestidos de lo más romántico. Porque el mejor sueño es el de una noche de verano.
