"Hago películas para venir a San Sebastián". Con estas palabras agradeció el cineasta Hirokazu Koreeda el premio "Donostia" a su trayectoria que recibió ayer en una jornada marcada por la reivindicación feminista para promover una mayor presencia femenina en la industria cinematográfica.

Entre estrenos y premiados, también hizo acto de presencia en el Festival la ministra de Igualdad, Carmen Calvo, para promover la paridad en el cine. La organización del festival anunció que en el comité de selección de películas de 2019 habrá tantos hombres como mujeres. "Sólo queremos poder competir en igualdad de oportunidades, porque sabemos que ganamos", dijo Calvo en su intervención.

Al margen del apartado político, el cineasta Koreeda, considerado un renovador del cine japonés, aprovechó el reconocimiento a su carrera para desvelar algunos de sus proyectos a futuro, como la posibilidad de "rodar algún día una película con personajes no humanos". Koreeda reconoció con humor que tiene interés en salir de su "imagen de director de dramas familiares" y por ello, le gustaría en el futuro probar con nuevos géneros, aunque con la excepción de un film de terror: "En ese género no me veo".

"Yuli", el biopic donde el bailarín cubano Carlos Acosta se interpreta a sí mismo, fue otro de los protagonistas de la jornada. En esta película dirigida por Icíar Bollaín el público vio desfilar en la gran pantalla la vida entera de Acosta, de 45 años. La abundancia de temas es exuberante: la soledad, la insistencia de su padre Pedro, los problemas familiares, el éxito, el racismo, y por supuesto el castrismo. "Para mi fue traumático volver al pasado pero muy enriquecedor", dijo Acosta.

Con esta película, la directora madrileña de "Te doy mis ojos" ("Goya" a la mejor película en 2003) y "El olivo" (2016) entra con fuerza en la competición de la sección oficial, donde 18 largometrajes bregan por la "Concha de Oro", máximo galardón.

En otro registro muy diferente, ayer también se presentó la filipina "Alpha: the right to kill", de Brillante Mendoza. La cinta fue concebida como un capítulo de la serie de Netflix "Amo", y en ella, el espectador se sumerge en la historia de Moisés Espino, un policía corrupto antinarcóticos.