San Miguel o San Martín (tanto da, porque con ambos nombres se conoce al veranillo de los primeros días de otoño) se han puesto juguetones en Asturias. Los termómetros del Principado marcan estos días temperaturas por encima de los veinte grados. La gente deja las chaquetas en casa y se aventura al exterior en manga corta, mientras en las zonas de costa las estampas playeras se repiten, como ayer en Gijón. También en el río Sella a la altura de Cangas de Onís, donde unos jóvenes se refrescaban bajo el puente romano.

Pasaba media hora de las once, cuando en la primera capital del Reino Astur el termómetro marcaba veinte grados. Los bañistas disfrutaban en el Sella y los paseantes los observaban un tanto atónitos. En el otro Cangas, el del Narcea, los termómetros rozaron los 25 grados. Precisamente, la zona occidental fue la que registró temperaturas más elevadas: 27. 9 grados en San Antolín de Ibias, 26.5 en Pola de Somiedo y 26.3 en Tineo. Las grandes ciudades también disfrutaron de un día soleado y caluroso. Oviedo y Gijón se acercaron a los 24 grados de máxima, mientras que Avilés se quedó en los 23.

En la jornada de hoy, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los termómetros en la mayor parte del Principado seguirán por encima de los 20 grados de máxima, pero con un ligero descenso de temperaturas. La Aemet también vaticina la posibilidad de precipitaciones débiles al final de la jornada. Esta tendencia continuará hasta el miércoles cuando se espera que el tiempo mejore. Los intervalos nubosos desaparecerán dejando paso, otra vez, a cielos despejados y temperaturas que podrían llegar a los 27 grados en algunos concejos, dando continuidad al veranillo de San Miguel. O de San Martín, que tanto da.