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MANUEL BERGANZA | Cocinero gijonés que participará en "Todo el mundo a la mesa", de Netflix, el primer reality gastronómico a nivel mundial

"Me gusta la cocina desde pequeño, pero es porque me encanta comer"

"Hace un año me propusieron abrir un restaurante español en Singapur, ahora ya son dos y otros en Malasia e Indonesia"

Manuel Berganza, cocinando.

Lleva toda la vida entre fogones y una carrera profesional plagada de éxitos que le ha llevado a triunfar en Singapur, donde vive. Ahora, el cocinero Manuel Berganza (Gijón, 1985) participará en "Todo el mundo a la mesa", el primer reality gastronómico a nivel mundial que se estrenará el próximo 20 de noviembre en Netflix.

- ¿Cómo surgió la oportunidad de participar en el concurso?

-Fue hace un año, cuando recibí un mensaje por Facebook de la productora y me comentaron que les había parecido muy interesante mi trayectoria profesional y que querían hacerme el casting. Me gustó la idea y me pareció una gran oportunidad, pero la principal razón fue la de vivir la experiencia de grabar en Los Ángeles.

- ¿Participará solo?

-Necesitaba un compañero para presentarme al concurso, que se hace en parejas, y pensé en Benjamin Bensoussan, con el que había trabajado en La Broche, de Sergi Arola, hace diez años. En aquel entonces, él hablaba de que le gustaría montar un restaurante en San Francisco y pensé que sería guapísimo poder cocinar juntos otra vez en Los Ángeles. Pasamos el casting entre más de cien cocineros de todo el mundo y entramos a concursar en "The Final Table", el nombre inglés del concurso.

- ¿En qué consiste el programa?

-Es un "viaje" por el mundo en el que en cada programa nos proponen un país (estarán en México, España, Inglaterra, Brasil, Francia, Japón, Estados Unidos, India e Italia), y nosotros tenemos que preparar el plato nacional de ese país.

- ¿Cómo comenzó a interesarse por la gastronomía?

-Desde pequeño me ha gustado la cocina, creo que la principal razón es porque me encanta comer. En casa siempre ha sido importantísimo comer bien. Mi abuela y mi madre, las dos "Lilia", nos preparaban menús de primero, segundo y postre en casa, donde siempre había sitio, como mínimo, para un plato de cuchara.

- ¿Dónde estudió?

-En la Escuela de Hostelería de Leioa, en Bilbao. Mi primer trabajo me lo consiguió mi abuelo en Gijón a través de Fernando, el dueño de El Restallu. Empecé a trabajar en el restaurante Ciudadela, junto a Ramón Álvarez y Nacho Velasco. Allí aprendí lo que es el amor por la cocina, la dedicación al trabajo y el esfuerzo diario por hacer las cosas lo mejor posible. Estuve tres años.

- ¿Y después?

-Nacho me recomendó ir a Madrid a trabajar con Sergi Arola, así que empecé con él en La Broche. Tras dos años, Sergi me propuso ir como su jefe de cocina a su restaurante homónimo, el restaurante Sergi Arola. Luego, en 2012 me proponen abrir un restaurante en Nueva York, Andanada, y es ahí cuando conseguí la estrella Michelin, al segundo año de actividad. Fue una gran experiencia, de cinco años, muchas veces muy dura, pero inolvidable. Siempre fue mi sueño vivir en Nueva York porque mi padre se crió allí y siempre nos contaba historias de la gran ciudad.

- Fue el primer chef español en lograr una estrella fuera de España.

-El reconocimiento del trabajo diario siempre ayuda a querer seguir haciendo las cosas lo mejor que puedes. Por supuesto que también me ayudó a que surgiesen nuevos proyectos y colaboraciones como, por ejemplo, eventos con Iberostar, W Hotels... y esta última, que es el concurso de Netflix.

- Ahora vive en Singapur. ¿Cómo ha acabado allí?

-Hace un año y medio me propusieron venir a Singapur a abrir Tapas Club, un concepto de restaurantes españoles modelo replicable. En un año hemos abierto dos en Singapur, uno en Kuala Lumpur (Malasia) y en Yakarta (Indonesia). Este año lo cerraremos con otra apertura más en Singapur.

- No para.

-También hemos empezado un concepto de churrerías llamado Chulove, donde hacemos diferentes versiones del típico churro. Algo que me encanta de mi trabajo es todo lo que he podido viajar. He tenido la oportunidad de hacer eventos en Uruguay, Suiza, Francia, México, Los Ángeles, Atlanta... Además, estuve una temporada viviendo en Chicago, cuando estuve en el restaurante Alinea haciendo un "stage".

- ¿En Singapur conocen la cocina española? ¿Cómo es su vida allí?

-En Singapur sí se conocen la comida española y las tapas, pero en Indonesia y Malasia aún queda por hacer. Singapur es una ciudad muy tranquila, organizada y segura; creo que la palabra que podría definir al país es eficiente. Pero, sin duda, la gran ventaja de vivir en Singapur es poder viajar a los países de alrededor. Por ejemplo, te puedes ir a Tailandia y a Bali de fin de semana, ya que están a una y dos horas de vuelo.

- ¿Y no echa de menos Asturias?

-Voy al menos una vez al año, menos de lo que me gustaría. La verdad que se echa de menos a la familia y a los amigos, aparte de muchas más cosas. No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que estamos fuera. Tenemos mucha calidad de vida, la verdad que somos afortunados.

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