Las tensiones matrimoniales entre Barack y Michelle Obama y las secuelas de un aborto espontáneo que les llevaron a concebir mediante fecundación in vitro a sus dos hijas, Malia y Sasha, los llevaron a recurrir a la terapia de pareja, un proceso que permitió a la ex primera dama tomar conciencia de hasta qué punto estaba en su mano ser feliz. Son algunas de las revelaciones más importantes de "Mi historia", las memorias que ven la luz de Michelle Obama, quien sintió una "pizca de resentimiento" al inicio de la avasalladora carrera política de su marido, que la relegó a ser "madre trabajadora a tiempo completo y esposa a tiempo parcial".

Michelle Obama contribuyó a que la Casa Blanca alcanzara sus mayores cuotas de apertura e inclusividad de la historia, erigiéndose también en destacada defensora de las mujeres y las niñas en Estados Unidos y en el resto del mundo, ejerció una influencia determinante en la promoción de una vida saludable y activa entre las familias y acompañó a su esposo cuando el país atravesaba algunos de sus momentos más crudos. En "Mi historia", un libro de memorias de una franqueza y sinceridad sorprendentes, Michelle Obama invita a los lectores a adentrarse en su mundo y relata las experiencias que la han marcado: desde su infancia en el South Side de Chicago y los años como alta directiva durante los que tuvo que compaginar las exigencias de la maternidad con las de su vida profesional hasta los años que pasó en la Casa Blanca y su regreso a la vida de una ciudadana normal. Con un estilo cercano e ingenioso, Michelle Obama narra sus triunfos y decepciones, tanto públicos como personales, y cuenta su historia completa tal y como ella la vivió, con sus propias palabras, incluyendo entre otras cosas:

Cómo fue su experiencia de crecer en el South Side de Chicago, en una cariñosa familia afroamericana de clase media, y cómo cambió su barrio durante la época de la "fuga blanca".

Sus años en Princeton, donde fue una de los pocos estudiantes afroamericanos, y no se apartó del camino que se marcó para alcanzar el éxito.

Los inicios de su vida profesional tras licenciarse en Derecho en Harvard y obtener un trabajo como abogada junior en uno de los mejores bufetes de Chicago, donde tendría a su cargo a un joven becario llamado Barack, un "unicornio" que, pese a lo distintas que eran sus experiencias vitales y sus personalidades, acabaría convirtiéndose en el amor de su vida.

Cómo su experiencia de pérdida personal -la muerte de su padre y de una amiga íntima de la Universidad- hizo que se replantease el sentido de la vida y de la carrera que había elegido, y que pasase de ser alguien deseoso de cumplir las expectativas de los demás a una persona dispuesta a arriesgarse y a embarcarse en una nueva carrera de servicio público.

Sus francas reflexiones sobre el proceso de adaptación a las realidades del matrimonio, incluidas las dificultades que tanto su marido como ella afrontaron en sus esfuerzos por triunfar en sus respectivos campos sin renunciar a tener -y criar- hijos en una época en que él emprendía una carrera política que ella en realidad nunca deseó.

"Soy una persona común que acabó embarcada en un viaje fuera de lo común. Comparto mi historia con la esperanza de allanar el terreno para otras historias y otras voces, de ampliar las posibilidades y los motivos para que otros lleguen hasta allí también", escribe Michelle Obama al final de "Mi historia".