El género musical del reggae, amalgama de antiguos ritmos musicales jamaicanos y de otros de orígenes muy diversos -caribeños, latinoamericanos y norteamericanos-, liderado por Bob Marley, fue declarado ayer Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. En España recibieron la misma catalogación las tamborradas, los repiques rituales prolongados y acompasados de miles de tambores que redoblan repetidamente. Son típicas de las celebraciones católicas de la Semana Santa. En la propuesta "Tamborradas. Rituales de toques de tambor" se integran 17 localidades y un total de 200.000 personas, pertenecientes a cinco comunidades autónomas: Baena (Andalucía); Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda, Urrea de Gaén (Aragón); Agramón, Hellín y Tobarra (Castilla-La Mancha); Alzira y l'Alcora (Comunitat Valenciana) y Moratalla y Mula (Murcia).

En la lista creada en 2003 de Patrimonio Cultural Inmaterial ya figuran cerca de 400 tradiciones o expresiones culturales que van desde la pizza napolitana hasta el flamenco, pasando por la cerveza belga, el yoga o el tango.

El reggae se originó en un medio cultural de grupos marginados que vivían principalmente en la parte occidental de la ciudad de Kingston (Jamaica). A lo largo del tiempo se fueron incorporando a este elemento estilos musicales neoafricanos, la música soul y el rhythm and blues, transformando paulatinamente el "ska" primigenio en "rock steady", primero, y luego en reggae.

En todos los niveles del sistema educativo de Jamaica está presente la enseñanza de esta música, desde los jardines de la infancia hasta las universidades. Conciertos y festivales como el Reggae Sumfest y el Reggae Salute proporcionan anualmente a este género musical un mercado y ofrecen una oportunidad para practicarlo y transmitirlo a músicos, artistas en ciernes y practicantes de este elemento del patrimonio cultural inmaterial.

"Es un día histórico. Estamos muy, muy felices, estoy emocionada", celebró la ministra de Cultura de Jamaica, Olivia Grange, que viajó a Mauricio, donde se celebró el encuentro de la Unesco, para la ocasión. "Subraya la importancia de nuestra cultura y nuestra música cuyo tema y mensaje es amor, unión y paz". La Unesco destacó que la aportación de este género musical "a la reflexión internacional sobre cuestiones como la injusticia, la resistencia, el amor y la condición humana pone de relieve la fuerza intelectual, sociopolítica, espiritual y sensual de este elemento del patrimonio cultural".