Un tribunal holandés rechazó ayer la petición del jubilado Emile Ratelband, de 69 años, de quitarse al menos 20 años del documento de identidad para poder "ligar más" y hacer frente a la "discriminación" que sufre por una edad que "no se ajusta" a su físico. Según la Corte, la ley holandesa no ofrece ninguna posibilidad de cambiar la fecha de nacimiento de un ciudadano ni su edad real, y que hay otras herramientas legales para luchar contra la discriminación. Ratelband, que aún no sabe si presentará recurso contra este veredicto, subrayó que las personas ya pueden cambiar su nombre y su sexo, y que él debe ser libre para cambiar su edad.