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JORGE ILEGAL | "Ilegales" presenta su undécimo disco, "Rebelión"

"La derecha que ahora dispara las alarmas siempre ha estado ahí"

"Tengo la fortuna de no tener una personalidad adictiva, por eso ningún tóxico ha llegado a hacerme daño"

Jorge Ilegal en Oviedo. LUISMA MURIAS

Jorge Martínez, el rockero corrosivo y honesto que no dudaba en bajarse del escenario para arrear algún sopapo sin duda merecido, sigue, casi 40 años después, sacando discos vigorosos, inquietos y pegados a la realidad. "Ilegales", una de las bandas más turbulentas del rock nacional recorre España presentando "Rebelión". En el undécimo disco de "Ilegales", hay dos canciones - "Un bosque fragante y sombrío" y "Mi copa y yo"- que, por su tono sosegado y reflexivo, nos podrían indicar un nuevo camino para la banda. Pero ni de coña: "Si fuese un paralítico intelectual todas las canciones irían en la misma dirección pero no lo soy, incluso estoy dotado de gran flexibilidad, como es fácil deducir de mis canciones", señala el carismático Martínez. "Tiene que ser duro sentirse lisiado artísticamente y obligado a caminar en una sola dirección", añade.

- ¿Cree usted que su amigo Omar, que según una de las canciones de su último disco es homosexual, debería tener miedo de que Vox haya sacado 12 diputados en Andalucía?

-Mi amigo Omar es un tipo valiente, y muy capaz de defenderse. Pero además en Ilegales siempre ha estado presente el antiguo espíritu caballeresco que obliga a proteger a quien lo necesite aunque no pida ayuda.

- En 1982 cantaba "Europa ha muerto". ¿Los refugiados y los que no los quieren nos indican que es ahora cuando ha muerto y que antes sólo agonizaba?

-Cuando la escribí tenía los ojos puestos más en la crisis de la civilización occidental y en esa otra Europa artificial que son los EE UU. Ahora bien, gran parte de este estallido en las fronteras es responsabilidad de empresas con alta capacidad de decisión en las políticas de países desarrollados que llevan siglos explotando los recursos de zonas amplias. La rapiña de las grandes multinacionales ha llegado a tal extremo que impide que la vida sea digna de ser vivida en grandes espacios del mapa mundial. Europa y todos los países desarrollados han sido incapaces de asumir responsabilidades in situ presionados por los grandes intereses comerciales y ahora no saben gestionar las consecuencias. Las fronteras estallan de pura hambre y Europa puede ser devorada.

- "La inocencia de ayer ya no puede volver", canta en otra de las canciones. Muchos le achacan a la izquierda española demasiada inocencia. ¿Está de acuerdo?

-No, yo creo que la inocencia está mucho mas extendida en la derecha que en la izquierda. Esa derecha, que tantas alarmas ha disparado, siempre ha estado ahí lo único que ocurre ahora es que se ha visibilizado y fragmentado: ya no es un sólo un partido monolítico, ahora tenemos tres. Es mejor que las tendencias se visibilicen. Todo análisis, por ingenuo que sea, tiene en cuenta que una fragmentación supone un debilitamiento.

- Más mensajes del último disco. En "No tanta, tonto" advierte de las consecuencias de las "montañas" de coca. Y en "Mi copa y yo" también arremete contra el alcoholismo. ¿Por qué?

-El consumo de drogas es una realidad muy evidente como para ignorarla. Un estudio serio revela que un río tan caudaloso como el Ebro contiene restos de cocaína. A veces el tonto está dentro de nosotros mismos y se hace difícil detectarlo según en qué momento. "Mi copa y yo", que probablemente es la cima de "Rebelión" a nivel literario, es una mirada personal, glacial y sincera al alcoholismo. Tengo la fortuna de no tener una personalidad adictiva y por eso ningún tóxico ha llegado a hacerme daño.

- ¿Cuando en otra canción habla del mundo "carapijo y feliz" no se está refiriendo al rock festivalero y patrocinado, verdad?

-El rock, desde su nacimiento, se ha convertido en un bien de consumo y mantiene toda una industria detrás de sí. No se me ocurre ninguna actividad humana que no esté ligada a alguna forma de mercado. El consumismo es una constante inevitable. Lo que sí llama la atención es el fenómeno imitador de las clases populares adoptando modos, costumbres y vestimentas de las élites. Se ha producido un secuestro de masas que viven una realidad que no es la suya.

- En el documental sobre Ilegales "Mi vida entre las hormigas" alguien dice que el Jorge personaje se ha comido al real. ¿Es usted víctima de su propia leyenda?

-No, Jorge Ilegal y Jorge Martínez son la misma persona. Lo que ocurre es que cuando vives una vida extraordinaria asumiendo los riesgos que conlleva pareces raro al observador.

- "Jorge Ilegal es quien mejores hostias ha dado" dice Ordovás en el mismo documental. ¿Mejor que digan eso de uno que qué gran disco ha hecho?

-Estoy de acuerdo en que se han excedido poniendo los acentos más en lo anecdótico que en lo puramente artístico e importante. Me temo que es casi imposible existir públicamente sin producir imágenes distorsionadas.

- Cuando ha compuesto canciones como "Heil Hitler" o "Eres una puta", ¿ha sido más por provocar o por molestar?

-"Heil Hitler" es una provocación descarada y además una desacralización, por eso no es una canción malsana en ningún sentido. "Eres una puta" es una celebración cantada para una amiga con un gran talento sexual. A ella le ha encantado la canción a mí también y la hemos celebrado juntos.

- En sus canciones se ha metido con Hitler, con los hippies y con los hipsters. ¿Todo lo chungo empieza por "hi"?

-Ja, ja, ja ¿Hipo?

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