Un sonido de olas envuelve la sala y la ilumina una luz giratoria a modo de Faro. Se escucha una voz en off que dice: "En el principio fue el agua. Y hablemos del mar porque el tiempo se hizo palabra cuando quiso ir y venir en nuestros corazones". Una fanfarria de metales anuncia que algo está a punto de ocurrir mientras se proyectan imágenes del mar. Suena un arpa arpegiando sobre base de cuerdas. Entonces sale a escena, Alberto Rodríguez, que hace un monólogo sobre el lamento de un farero al que se le acaba el empleo. Suena una canción de estilo norteño, con arpa y flautas sobre cuerdas. Entra el coro. Continúa el monólogo, que concluye con una música misteriosa de bella partitura mientras se suceden imágenes de animales marinos y criaturas extrañas.

Así comienza este "Faro" que ayer se estrenó sobre las tablas de la Laboral, con tres cuartos de entrada y Ana Belén en el papel estelar. La actriz y cantante, en el papel de diosa, camina por el escenario con un vestido vaporoso y blanco. Se acerca al farero y lo despierta. Habla sobre la estrella polar y la eternidad; el farero queda tan petrificado que le cuesta hablar. Los dos dialogan sobre los miedos del farero y del futuro. Ella le recrimina la actitud y la pasividad, el miedo a cambiar de vida. Se van. Sigue la orquesta. Alternan protagonismo piano y guitarra eléctrica. Suena a Pink Floyd. Brillante improvisación al saxo de Andreas Pritzwiz.

Vuelven los dos actores a escena y Ana Belén divaga sobre la memoria y la libertad, acordándose de su propia historia y su relación con su padre. Se van del escenario

Regresa la música, esta vez de estilo celta y alternan protagonismo David Varela con el acordeón y Andreas Pritzwiz con la flauta de madera. Va creciendo en intensidad y se suma el coro. Ritmo ternario, muy bonita la música.

Al final, Ana Belén canta una preciosa canción lenta cuyo estribillo dice " y será nuestro el mar", con toda la orquesta de fondo y el cuarteto de ritmo, más el saxofonista que hace una improvisación muy brillante. El público aplaude la representación, una idea original de Javier Blanco y Manuel Paz, en la que también Participa Higiénico Papel, con Laura Iglesia como directora de escena. Y la Orquesta de Cámara de Siero en la parte musical de un espectáculo multidisciplinar que aúna de manera original género teatral, recital poético, concierto y videoproyección.