El español de origen asturiano y con vínculos familiares en Avilés, Pedro Acevedo Reyes, autodenominado "El Príncipe de Asturias", fue detenido ayer en el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá por los presuntos delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes -cocaína- cuando pretendía viajar a España. Bien conocido por la policía en varios países latinoamericanos, los investigadores colombianos tratan de averiguar si mantiene algún tipo de vínculo con narcotraficantes en Europa.

Lo que sí está confirmado es que "El Príncipe de Asturias", de 36 años e hijo de un avilesino que se fue a vivir al extranjero, tiene terminantemente prohibido entrar en Perú, donde fue detenido en dos ocasiones y expulsado del país por agredir a varios agentes -a uno le llegó a morder-. También son varias las modelos que le han denunciado por estafa; eso sí, después de pelearse entre ellas por él. Sus parientes en Asturias no guardan ninguna relación con el protagonista de esta rocambolesca historia, que no nació en el Principado pero adoptó el apelativo de "príncipe" de la tierra de sus orígenes y presume de su condición de español. Asimismo, sus familiares aseguran que, hasta donde saben, nunca pisó la región asturiana.

"El sujeto buscaba tener amistades con personas reconocidas. No solamente se movía en Colombia sino en otros países sudamericanos", declaró tras su detención el coronel Óscar Solarte, comandante del área de Interdicción de la dirección de Antinarcóticos de la Policía nacional.

En Bogotá, Acevedo "fue capturado cuando pretendía viajar a España con la sustancia", agregó el policía, sin especificar la cantidad que portaba. Lo que más le interesa a los investigadores es a dónde se dirigía y si tiene contactos en Europa con otros narcotraficantes.

Según el diario Columna Cero Pedro Acevedo "no tiene oficio, pero sí buenos beneficios de actividades" cuando menos oscuras. Los periódicos peruanos relatan que residió en una de las urbanizaciones más lujosas del distrito de Lima, y que en su casa organizaba macrofiestas a las que acudían lo más granado de Perú: modelos, futbolistas, políticos locales y otros supuestos empresarios. Siempre salía acompañado de guardaespaldas y conducía coches de lujo.

Fue detenido en dos ocasiones mientras conducía en estado ebrio, o drogado, o ambos. La primera vez chocó con un taxi en el que viajaban dos monjas, a las que golpeó, igual que al conductor. Se dio a la fuga y fue para casa, donde le detuvieron. Ya en la Comisaría se resistió y llegó a morder a un agente. Pero sus abogados le sacaron de prisión y volvió a su vida de lujo. La segunda vez chocó con el vehículo de un arquitecto, al que también agredió hasta que fue inmovilizado. Es entonces cuando descubren que su tarjeta andina de migración, que es obligatoria para circular por Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, era falsa. Pero con ella se movía.

Sus devaneos con modelos, artistas, empresarias y gente de alta alcurnia de Perú le llevaron al foco mediático. El caso más sonado fue el que mantuvo con la modelo Fiorella Vento, luego esposa del futbolista Reimond Manco. Supuestamente, Pedro Acevedo mantenía a nombre de la modelo el alquiler de una mansión y las facturas de la casa. Sólo la renta ascendía a 3.500 dólares al mes. De esto hace 10 años.

Igualmente, se le relacionó con otras modelos despampanantes como Maricris Rubio o Alicia Robertson, ex Miss Hawaian Tropic y con quien protagonizó un bochornoso incidente con la policía. "Es un español agresivo, borracho y confeso cocainómano pero tiene 'jale' con las 'chicas de impacto', las modelos más hermosas de las pasarelas", le definía con dureza la prensa peruana.

Acevedo fue finalmente expulsado de Perú por la frontera norte: Colombia y Ecuador. Aunque fue interceptado posteriormente, cuando intentó regresar: "El Príncipe de Asturias" se hacía pasar por un tal Pedro Sánchez. Y ahora, en un nuevo incidente, ha sido detenido en Colombia.