Si algo caracteriza al violinista Ara Malikian (Beirut, Líbano, 1968) es su versatilidad. A lo largo de su carrera este músico de ascendencia armenia ha probado todo tipo de géneros y se ha empapado de múltiples culturas, como la música zingara, el flamenco y el jazz. El próximo domingo hará parada en el Palacio de Deportes de Gijón, en un espectáculo con una ambientación muy especial.
- ¿Qué veremos el domingo?
-Llevamos dos años de gira y hemos crecido mucho. Desde enero empezamos a actuar en grandes pabellones, y, para hacerlo menos frío, decidimos disfrazar los lugares en los que tocamos como corrales de comedias. El escenario contará con un gran telón y el foso estará lleno de sillas, como si se tratase de un teatro. El de Gijón será el penúltimo concierto de la gira y nos hace especial ilusión.
- ¿Qué escucharemos?
-De todo. Tocaremos composiciones propias de mi último álbum, "La increíble historia del violín", donde cuento la historia del violín de mi abuelo. Habrá música clásica, con temas de Beethoven y Bach, pero también cosas más contemporáneas, como Jimi Hendrix, David Bowie y "Led Zeppelin". Todo ello con una banda formada por un quinteto de cuerda, una guitarra clásica y eléctrica, una batería y percusiones indias.
- ¿Cuál es la "increíble historia del violín"?
-El violín de mi abuelo ha tenido un recorrido peculiar. No es un Stradivarius, es un violín normal y corriente, pero que para mí ha tenido un significado muy especial porque sirvió para salvar la vida de mi abuelo durante el genocidio armenio de 1915. Mi abuelo fue el único superviviente de su familia, y salvó su vida gracias a hacerse pasar por un miembro de una banda musical, con la que consiguió escapar al Líbano. Todo eso lo cuento en esta gira a través de la música, tocando todas las piezas que tocó mi abuelo y luego mi padre.
- En marzo sacó nuevo disco.
-Sí. Es un disco marcado por las colaboraciones. Ya he sacado tres singles, uno con Enrique Bunbury, otro con Andrés Calamaro, en el que versionamos el tango "Nostalgias", y un tercero con el cantante de la banda de rock estadounidense "System of a Down", Serj Tankian.
