La firma de moda Versace presentó ayer en la pasarela de Milán su colección para el hombre del próximo invierno, una propuesta ecléctica e irreverente en la que, fiel a su estilo, destacaron los colores flúor, el cuero y las correas. La idea de Donatella Versace mezcla clásicos de la sastrería como el traje de chaqueta o los grandes gabanes con elementos y colores del todo llamativos, una intención ecléctica representada incluso en el sonido, con música clásica combinada con la electrónica. La colección, que incluye una versión femenina, empezó con una apuesta por el negro y el rojo, con trajes a rayas acompañados por voluminosas camisas decoradas con correas en negro, un elemento que sirvió también para trazar formas geométricas.

Pero pronto llegó toda una explosión de color en la que destacaron las cazadores moteras, los abrigos con estampado de leopardo, los clásicos elementos barrocos de la firma, las camisetas con la marca de coches Ford, zapatillas de colores como el verde fluorescente, pantalones con pedrería o gorros de lana.

Versace desfigura las prendas elegantes dotándolas de elementos modernos como broches y estampados pop, y conjunta los abrigos ejecutivos con ribetes con plumas naranjas o rosas, así como con cortos pantalones de boxeador.