El presidente ruso, Vladímir Putin, se zambulló en una poza con agua helada con motivo de la celebración del Bautismo de Cristo, una de las festividades más importantes de la Iglesia Ortodoxa. "Sí, Putin se metió en una poza", informó el Kremlin. Putin, un creyente confeso, se da todos los años un chapuzón en un estanque después de asistir a la tradicional misa de Epifanía. En esta ocasión, Putin se bañó en el lago Seliguer, tras asistir a una ceremonia litúrgica en el monasterio de Nilov, en la isla de Stolobny, a 350 kilómetros de Moscú.Casi 2,5 millones de rusos se zambulleron en las aguas heladas de lagos, ríos y estanques para expiar pecados, curar enfermedades o, simplemente, ponerse a prueba.