La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El pasado construye el futuro de la moda

El Renacimiento, las décadas de los 60 y los 80 y la sastrería tradicional inspiran a los diseñadores de la pasarela madrileña

El pasado construye el futuro de la moda

Madrid, Noelia HERMIDA

Viajar al pasado para construir el futuro. Es la tendencia que marcó la tercera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid, ex Cibeles. Los diseñadores españoles apuestan por utilizar siluetas de los años 80 en piezas realizadas con tejidos tecnológicos, como hizo Roberto Diz; recuperar la sastrería tradicional, pero creando con ella siluetas "oversize" y más relajadas de lo habitual, como fue el caso de Duarte; deciden viajar a la costura de los 60 pero añadiéndole un aderezo cargado de personalidad, creando una receta magistral como hizo Juan Vidal; y mezclar prendas actuales como los plumíferos con estampados tribales o de la tradición oriental, como se vio en Custo Barcelona; o logos que forman parte de la historia, desde Eurovisión a la Warner Bross, para estamparlos en sudaderas de lo más actuales y reivindicativas, de la mano de Brain & Beast; e incluso visitar el Renacimiento para extraer de él su lado más femenino, como consiguió Daniel Rabaneda para Ángel Schlesser.

El gran protagonista de la jornada fue Juan Vidal. Con su "Angela's pizza" el joven alicantino sacó su lado más brillante, mezclando diferentes culturas y épocas para conseguir una colección que respira belleza universal. Boinas francesas, pañuelos de piel y gorros de lana conviven al ritmo del jazz de Louis Prima, "Angelina & Zooma Zooma". Superposiciones de prendas que simulan mandiles de pizzeros, lazos que acompañan vestidos asimétricos, conjuntos de "bomber" y "short" de cuadro vichy en blanco y negro con zapatos de correas y tacón ancho -diseñados una vez más en colaboración con Magrit-, abrigos impecables de lana, ligeros gracias a una confección contemporánea y conjuntos de piel negra para damas revolucionarias y excepcionales y camisas y vestidos con mangas con volúmenes XL que hacen soñar.

Una línea muy femenina que también siguió la firma Angel Schlesser. La lana sigue reinando como su material estrella, pero la riqueza de texturas aumenta con respecto a su anterior colección: vestidos que fluyen, rosas y verdes que conviven y tonos neutros que muestran que menos es más.

La firma madrileña Duarte, que tiene como director creativo a Kiko Font, viste el invierno 2019-2010 con abrigos y chaquetas "oversize", chalecos y vestidos acolchados, y sastrería amplia sobre vestidos y prendas de texturas livianas; creando superposiciones que juegan con la figura. Custo Dalmau elige los acolchados, en este caso en plumíferos XL llenos de bordados en hilo metalizado, lentejuelas y flecos de lana. La casa catalana apuesta por los vestidos llenos de asimetrías, con escotes vertiginosos, "mix" de tejidos y estampados. Y, como ya se vio en los desfiles del sábado, confirma que las botas por encima de la rodilla seguirán siendo tendencia. Eso o los "stilettos-media" que unen calzado y pierna en una misma pieza.

El negro y los diseñadores franceses de los 80 protagonizan la propuesta de la vuelta a la pasarela madrileña de Roberto Diz. Vestidos, camisas y trench de neopreno para una "femme fatal" que se mezclan con vestidos y pantalones y camisas de lamé que bailan sobre el cuerpo en azul metalizado y cobres. Las piezas de piel metalizadas se ajustan al cuerpo a modo de corsé, rematan cuellos y bolsillos, marcan las hombreras o forman volantes para romper la uniformidad. Todo con sombreros rígidos de ala ancha y guantes cortos verde neón que inyectan futurismo.

La firma catalana Brain & Beast, que salta por primera vez de la 080 Barcelona a Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid, recoge la idea del Síndrome de Clérambault para ironizar sobre la sociedad actual y sus esquizofrenias, sus miedos, sus obsesiones y la ausencia de dogmas de fe. Subió a la pasarela faldas lápiz con camisetas y sudaderas con logos intervenidos, tocados con formas imposibles, prendas lenceras sobre tejidos de algodón deportivo, camisas-vestido construidos a base de parches y delirios de color que se acercan a la delicada línea de la locura.

Compartir el artículo

stats