Uno de los mayores escándalos de pedofilia en la Iglesia católica francesa llegó ayer a la Berlinale con la película "Por la Gracia de Dios", de François Ozon, que relata la historia de las víctimas del sacerdote francés, Bernard Preynat, que abusó durante décadas de grupos de '"boy scout" en la archidiócesis de Lyon. El Festival de Cine de Berlín también sirvió de escaparate exculpado para Liam Neeson, después de que este declarará haber pensado en "matar a un negro". El director noruego Hans Petter Moland, que ha trabajado con él, salió en su defensa: "Sé que no es un racista".