El retrato de una mujer, proyectado sobre una pantalla al fondo del escenario, recibió ayer a los asistentes, en el teatro Filarmónica de Oviedo, a la octava jornada de la fase eliminatoria del 27 concurso y muestra de folclore "Ciudad de Oviedo", que organizan el Ayuntamiento y LA NUEVA ESPAÑA. Se trataba de una fotografía antigua, en la que una mujer muy joven sujetaba una gaita: era la allerana Justina Castañón, la pionera de la gaita fallecida días atrás, a los 93 años. Una adelantada a su época a cuya memoria se dedicó esta última jornada de la primera fase, y cuyo legado se dejó notar sobre las tablas del teatro ovetense, cuyo público aplaudió con especial énfasis a los gaiteros.

La casualidad quiso que, justo en esta jornada, actuase una de las dos mujeres -la otra es la allerana María González- que compiten en la categoría de gaitero solista en esta edición del certamen: se trata de Paula Gutiérrez Montes, de Cabañaquinta. La joven demostró su talento y saber estar con dos buenas interpretaciones de "Baile'l Centru" y "Tengo de subir al puertu", que merecieron los aplausos del animoso público del Filarmónica. De algún modo, el respetable entendió que la presencia de una mujer gaitera era el mejor homenaje a la memoria de Justina Castañón, y la mejor muestra de que su legado prevalece.

La actuación de Paula Gutiérrez Montes se enmarcó además en un vibrante inicio de una intensa jornada, más nutrida que en las semanas anteriores, y que había comenzado con el cantante de tonada Manuel Collado. Esta categoría, con menos protagonismo que en jornadas anteriores, dejó sin embargo buenas sensaciones. Manuel Sañudo, Gabriel González Tuya, Carlos Velasco e Isaac Sierra completaron la competencia en esta jornada.

Además de Gutiérrez Montes actuó un segundo gaitero, Daniel Meré. En cuanto a la modalidad de pareja de baile estuvo representada por Ainara Pola y Sabino Montoro, y Emilio Amboaje y Nacho Narciandi fueron los representantes de gaita y tambor.

Pero el otro foco de emotividad llegó a través de los dos participantes en tonada juvenil. Sergio Méndez pudo por fin subir a las tablas después de tener que aplazar su actuación, dos semanas atrás, a causa del temporal, que le impidió salir de Besullo (Cangas del Narcea) para acudir al Filarmónica. Su actuación fue respondida con una entusiasta ovación por parte del público. Como también sucedió con la otra competidora en la categoría, Andrea Méndez Martínez, de voz hermosa y madura. Una cantante que lleva el arte en los genes, ya que su madre es ni más ni menos que Luisi Martínez, que también compitió ayer, en la modalidad de tonada femenina.