París y la moda son dos nombres inseparables. Igual que Karl Lagerfeld y Chanel. El diseñador, recientemente fallecido, ha sido el gran protagonista de la París Fashion Week que acaba de terminar. El desfile de la última colección firmada por el káiser de la moda para la "maison" emocionó a público y crítica. No solo por la reproducción de su inconfundible voz por los altavoces del Gran Palais; por las cartulinas con una ilustración de él y Coco Chanel y el lema "The beat goes on" (El ritmo continúa) que se entregaron a cada asistente; o porque desfilaran algunas de sus musas como Cara Delevingne, Kaia Gerber o Penélope Cruz, a las que les costó contener las lágrimas. Sino por la impoluta colección con la que dice adiós y por la impresionante puesta en escena que diseñó para presentarla, recreando un pueblo de montaña nevado en el que no faltaba ni el humo saliendo de las chimeneas. Ese es el "savoir faire" Lagerfeld que ojalá sea inmortal. Chanel viste el invierno 2019-2020 de looks "après ski", conjuntos de cuadros tipo pata de gallo, superposición de capas, looks en blanco total, propuestas en colores vibrantes como el fucsia, tejidos técnicos para cazadoras a la cintura y pantalones anchos, y delicados vestidos de plumas para la noche. Y, por supuesto, apuesta por marcar cintura, sumándose a la tendencia más extendida de la pasarela; la cita que cierra el calendario oficial de semanas de la moda.

Y hablando de ajustar cintura, Dior no se queda atrás. La propuesta de Maria Grazia Chiuri, directora creativa de la firma, pone el foco en unos cinturones tipo fajín que ya son objeto de deseo de todas las "fashionista". Los cuadros en abrigos y trajes sastre, al más puro estilo "british" -y también en zapatos con broches joya-; el tejido vaquero en las faldas de largo a media pierna; los corsés y la piel son las claves de la colección.

También Givenchy luce cintura, ajustando abrigos de largos XL, vestidos, trajes y plumíferos a la zona más sensual de la mujer. Louis Vuitton, con un homenaje a las subculturas digno de aplauso, utiliza cinturones para ceñir sus monos o corta sus chaquetas de cuadros a la cintura, para combinarlos con pantalones "denim" rectos y botines moteros, y crear así looks de lo más casual. Hermès también se rinde al mono, en su caso de piel y de silueta "oversize". A las faldas a media pierna, a los jerséis con juegos de volúmenes, a las cazadoras a la cintura, y a los looks en total beige. Como le ocurre a Stella McCartn ey, Lacoste , Delpozo y a la ya citada Chanel.

El estampado de camuflaje y el terciopelo pisarán fuerte el próximo invierno según Miu Miu. Los vestidos femeninos con lazadas y volúmenes seguirán en el armario, palabra de Giammbattista Valli. Los trajes, de falda a media pierna o con pantalón, combinados con jerséis de cuello alto o blusas con lazada serán el mejor uniforme del día a día para Celine. El estilo más rockero, con abrigos y chaquetas que concentran el volumen en los hombros, shorts amplios y vestidos ajustados -con cinturones, por supuesto- muy cortos combinados con botas de largo XL conquistarán el próximo invierno según Saint Laurent. Más altas todavía son las botas que propone Isabel Marant para completar looks con abrigos "oversize", jerséis gruesos y pantalones relajados en colores neutros.

La casa Balenciaga juega su baza con estilismos monocolor compuestos por blazer-vestidos en rojo, azul o verde; con trench amplios ajustados a la cintura y con abrigos de tejidos acolchados a prueba de bajas temperaturas. Valentino se rinde a los vestidos lady con lazadas. Jacquemus a los looks monocolor en colores intensos y al "total white" con botas XL. Y Loewe da una vuelta de tuerca al estilo masculino para convertirlo en el más femenino y deseado para el próximo invierno.