El director Pedro Almodóvar convierte a Antonio Banderas en su álter ego en su nueva película, "Dolor y gloria", una cinta que mezcla retazos de su biografía con la ficción que llega a los cines el próximo día 22 con un reparto en el que también destacan Penélope Cruz, Asier Etxeandia, Leonardo Sbaraglia y Julieta Serrano.

"Soy de naturaleza pudorosa, pero me he metido en una película que habla mucho de mí", dijo el cineasta en la presentación de la película, que narra los reencuentros físicos y los recuerdos de la niñez de un director de cine en su ocaso.

Almodóvar destacó que no concibe esta película con otro actor diferente a Banderas, aunque ha admitido que dudó porque esta película requería "gestos minúsculos", y eso suponía exigir "lo opuesto" a la "vitalidad natural" del actor malagueño. Todo funcionó porque, entre otras cosas, han compartido muchas experiencias y se han formado "en la cultura de los años ochenta".

Por su parte, el personaje de la madre se divide en dos: Penélope Cruz interpreta a la madre del Salvador de la infancia, mientras que Julieta Serrano da vida a una madre anciana. "La muerte de mi madre no sé cuánto tiempo me duró, pero yo la orfandad la sentí con mi madre y no con mi padre", desvelo.

A su padre le trató menos, porque él murió veinte años antes y porque en ese momento estaba "en plena vorágine en Madrid". De hecho, la semana que murió su padre estrenó "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón". "Mi padre me dijo que a partir de su muerte yo iba a ser el padre de familia. Eso en La Mancha es algo que tiene mucho sentido, es un patriarcado y toda la familia depende del hijo mayor", recordó. Almodóvar no se atreve a pronosticar qué va a pasar con los cines en un momento en el que plataformas como Netflix ganan terreno, pero sí ha expresado cuál es su anhelo.

"Mi deseo es que no cierre ninguna sala más y que la gente vuelva al cine. En España sobre todo, donde ha caído mucho la asistencia", dijo.

"Quiero creer que es un proceso reversible", señaló Almodóvar, quien no obstante cree que es "maravilloso" que exista tanta oferta, que trae consigo "más trabajo", por lo que aboga por una convivencia con la "pantalla de la sala. El cine nació para ser proyectado en una sala".

Antonio Banderas dijo que desde el principio rechazó la "tentación de imitar" a Almodóvar porque "no se trataba de eso", sino de "retratar un alma que quiere expresar cosas". Almodóvar decidió ponerle "su pelo, su ropa y su apartamento", pero hasta ahí llegan las coincidencias.

Penélope Cruz destacó, por su parte, que el cineasta manchego ha sido "el gran observador de la mujer", para quien ha escrito "maravillas". "Siempre está rindiendo homenaje a la figura de la mujer. Es una suerte tener a alguien que escribe tan bien para la mujer, que nos entiende tan bien", señaló.